“Me voy como llegué a este proceso, con la frente en alto y el corazón lleno”, reconoció José Antonio Meade, candidato presidencial de la coalición Todos por México, luego de que las tendencias del voto no le favorecieron.
Sólo dos horas después del cierre de las casillas, el abanderado del PRI, PVEM y NA reconoció su derrota, contrario a lo sucedido hace seis años, cuando Andrés Manuel López Obrador, en ese entonces candidato de Movimiento Progresista, se negó a aceptar que Enrique Peña Nieto había obtenido el triunfo, a pesar de tener ocho puntos de diferencia.
El hoy abanderado de Morena dijo en la noche de aquella elección que “todavía no está dicha la última palabra”.
“En este momento habré de reconocer que, de acuerdo a las tendencias, fue Andrés Manuel López Obrador quien obtuvo la mayoría. Él tendrá la responsabilidad de conducir el Poder Ejecutivo y, por el bien de México, le deseo el mayor de los éxitos”, dijo Meade.
Acompañado del presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), René Juárez Cisneros y de su esposa Juana, advirtió que los mexicanos debemos seguir en la construcción de un país para todos.
Informó que se tomará unos días para reflexionar y valorar su futuro, “pero tengan la certeza de que seguiré trabajando por un México mejor”.
Por su parte, Juárez Cisneros renoció que sólo Yucatán les favorece las tendencias, y aseguró que llamará a un ejercicio de reflexión y autocrítica para analizar razones “por las que hoy no merecemos el respaldo ciudadano”.