Cifras bajo sospecha

“Es la confianza en México el mayor activo para la creación de empleos”, dice el presidente Enrique Peña Nieto.

La realidad es que se están cancelando inversiones, y México paga caro la inseguridad.

Las reformas estructurales aprobadas al comenzar esta administración fueron, se nos dijo, el paso correcto para el desarrollo de nuestro país.

La realidad es que no funcionaron.

La economía se valió de la contención salarial para ganar competitividad.

¿Quién presionó, de dentro o fuera, para no hacer frente a esta situación?
Cuando están por terminar seis años de gobierno del presidente Peña Nieto, por lo menos cinco indicadores económicos se mantienen en rojo: generación de empleo formal, productividad laboral, pobreza laboral, acceso al crédito y deuda pública.

La meta propuesta en este sexenio es la creación de cuatro millones de puestos de trabajo, eso sí, siempre por debajo de por lo menos cuatro salarios mínimos.

Hoy, miles de empleos siguen siendo temporales y en condiciones precarias.

La evidencia de la incapacidad permanente para crear más empleos y una mejor calidad en los salarios son:
El crecimiento económico del actual sexenio se colocó en 2.5% y la meta era 4.5%.

En empleo, a pesar de que se generaron 3.5 millones de plazas formales en los primeros 64 meses de gobierno, fue inferior a los 6.4 millones de plazas que debieron haberse registrado.

En pobreza laboral hubo una disminución de apenas 0.1% entre finales de 2012 y finales de 2017; pasó de 41.1% a 41%.

Sobre la deuda pública, en este sexenio la deuda creció 13.4% anual, muy por arriba del Producto Interno Bruto corriente, que lo hizo a 6.6%.

Debido al crecimiento poblacional, actualmente hay 2.5 millones más de mexicanos en la misma condición que en 2012.
En pobreza laboral viven 41% de los mexicanos.

Son datos absolutamente rotundos del Semáforo Electoral Nacional.

Peor las cifras actuales del empleo informal que indican que de los 54.5 millones de mexicanos económicamente activos, 30 millones se encuentran en la informalidad; en esta actividad trabajan seis de cada 10.

La informalidad representa los sueldos más bajos, carencias de servicios de salud y cualquier esquema de ahorro para el retiro.

¿Cuántos problemas no se pudieran resolver con empleo?
Milonga: las cosas se les ponen cada vez más difíciles a los partidos, coaliciones, alianzas y candidatos; las estrategias fallaron y comenzaron a sentir que les está moviendo la silla. La paciencia de miles está hecha pedazos. Es tan fuerte el deseo del cambio que los electores están dando muestras de que se encuentran dispuestos a correr riesgos.

jfcastaneda9@hotmail.com