El periodista Cecilio Pineda Birto, quien fue asesinado el jueves 2 de marzo, fue contactado en tres ocasiones por el Gobierno federal para que dejara Guerrero ante las amenazas de muerte, pero el reportero siempre se negó a la ayuda, aseguró el funcionario, Roberto Campa Cifrián.

 

El subsecretario de de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación explicó en el espacio informativo de Ciro Gómez Leyva que el 19 de septiembre de 2015 se recibió la primera alerta, cuando Pineda Birto fue amenazado directamente por un grupo delictivo que opera en la zona de la Tierra Caliente.

 

Después, el 23 de ese mes, la autoridad determinó que era indispensable que el periodista dejara Ciudad Altamirano, cabecera del municipio de Pungarabato, donde residía.

 

Indicó que se acordó con Cecilio Pineda que, con apoyo de la Policía Federal, sería trasladado a Ciudad de México (CDMX), donde ya se le había conseguido una casa con características especiales que se adecuaban a la discapacidad de su hija.

 

Sin embargo, el día del traslado, el reportero avisó que estaba enfermo de chikungunya y que no le sería posible salir de Ciudad Altamirano.

 

El 29 de enero del 2016, afirmó el subsecretario, la Junta de Gobierno volvió a reunirse y tras acordar un refugio para toda la familia, alimentos y apoyos de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, el 3 de marzo, Pineda Birto informó que aceptaba reubicarse a CDMX y que arribaría el 17 de ese mismo mes, sin embargo, no llegó.

 

En octubre del año pasado, la Junta de Gobierno volvió a comunicarse con Cecilio Pineda, pero el periodista dijo que no estaba en Guerrero, sino en Michoacán, por lo que consideró que no había una situación de riesgo. (Con información de Radio Fórmula)

jr