La Fiscalía Federal alemana informó hoy de que el único sospechoso detenido tras el mortal atentado perpetrado el lunes en Berlín, un solicitante de asilo paquistaní, ha sido puesto en libertad.

 

La Fiscalía tenía hasta la medianoche de hoy para enviar a prisión al detenido, arrestado anoche después de que un camión arrollara a los visitantes de un mercadillo navideño, pero ya había advertido de que si no contaba con suficientes pruebas incriminatorias saldría en libertad.

 

“Los resultados de las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento indican que no hay sospechas fundamentadas contra el acusado”, manifestó el organismo en un comunicado.

 

El hombre, un joven de 23 años que residía en el albergue de refugiados instalado en uno de los hangares del antiguo aeropuerto de Tempelhof, dio mucha información durante los interrogatorios a los que fue sometido, pero negó haber participado en el atentado.

 

Testigos oculares vieron cómo el conductor del camión que arrolló a los visitantes del mercadillo huía del lugar de los hechos, pero en su persecución hubo lagunas, destacó la Fiscalía.

 

Las pruebas y análisis llevadas a cabo para comprobar si el detenido estuvo en la cabina del camión no han dado hasta ahora resultados, añadió para justificar la puesta en libertad.

 

El joven paquistaní, fichado por la policía por delitos menores pero en ninguna base de datos de presuntos terroristas, fue detenido por un coche patrulla a unos dos kilómetros del lugar del atentado, junto a la Columna de la Victoria situada en el céntrico Tiergarten.

 

Según habían explicado el ministro de Interior, Thomas de Maizière, el hombre entró en Alemania el 31 de diciembre de 2015 en Alemania tras haber supuestamente atravesado la ruta de los Balcanes y llegó a Berlín en febrero.

 

La pasada madrugada agentes de las fuerzas especiales de la policía registraron el albergue en el que residía en una operación en la que participaron alrededor de 250 efectivos, presumiblemente, dada la decisión de la Fiscalía, sin encontrar nada que incriminara al detenido.

 

En una declaración institucional, la canciller alemana, AngelaMerkel, cuestionada por su política de acogida de refugiados, había reconocido que sería “especialmente repugnante” si se confirmara que el autor del atentado en el que murieron doce personas era una persona que había pedido asilo en Alemania.