BRASILIA. El presidente del Senado Renan Calheiros fue separado del cargo por una decisión de la Corte Suprema. Junto a su colega de partido, el ministro jefe de la Casa Civil Eliseu Padilha, el senador figuraba entre los últimos baluartes del presidente Michel Temer dentro de su propio gobierno. Pocos días atrás, el jefe de Estado ya había perdido uno de sus principales colaboradores, el ex ministro Geddel Veira Lima. Y este fin de semana se redoblaron las presiones para que el comando del ministerio de Hacienda, ayer en manos exclusivas de Henrique Meirelles, sea “compartido” con “técnicos” del Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB).

 

Según el diario O Globo lo que “aceleró” la medida de la Corte fue la decisión que había tomado Calheiros de colocar este martes en votación del plenario de senadores el proyecto aprobado ya en Diputados la semana pasada y que prevé penalizar el “abuso de autoridad” por parte de jueces y fiscales. Dicho de esta manera, la drástica decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) tiene apariencia de represalia.

 

La salida de Calheiros fue tomada por el ministro de ese máximo tribunal Marco Aurelio Mello y se basó, para eso, en una demanda presentada por el partido Red Sustentable de Marina Silva. Para esa agrupación, el senador Renan no estaba en condiciones de seguir en la presidencia de la Cámara Alta ya que, esa misma Corte, lo había declarado reo de la justicia la semana pasada por malversación de fondos. Ocurre que el titular de ese cuerpo está en la línea sucesoria del presidente brasileño, lo que en este caso sería incompatible con el hecho de haber sido procesado.

 

Quien asume el lugar de Calheiros, temporalmente, es curiosamente, el senador del PT Jorge Viana, hasta ahora vicepresidente de esa casa.

 

De acuerdo con el diario Estado de Sao Paulo “al apartar al senador de la presidencia de la Cámara Alta se crea inestabilidad política que pueden dificultar la aprobación de proyectos importantes para el gobierno de Temer”.