Aunque no hay denuncias formales, es un hecho que dueños de antros y bares en la delegación Cuauhtémoc durante años han dado “colegiaturas” para permitirse operar fuera de los horarios que marca la norma y evitar supervisiones, declaró Ismael Rivera Cruces, titular de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos (Anidice).

 

 

Y es que en esta demarcación existen lugares que cierran fuera de los horarios fijados por la Ley de Establecimientos Mercantiles, la cual establece como horario máximo las 3:00 horas del otro día. Estas revisiones dependen directamente de la orden de jurídico y gobierno, área que estaba a cargo de Pedro Pablo de Antuñano y que dejó luego de ser detenido en posesión de 600 mil pesos cuya procedencia no ha documentado.

 

En una entrevista con este diario, Rivera Cruces mencionó que nadie quiere comentar sobre los moches por parte de las áreas encargadas de la verificación de los establecimientos, que dependen del área de jurídico y gobierno.

 

No obstante, se sabe que las colegiaturas van de los 15 mil a los 30 mil pesos mensuales para que los bares puedan dar servicio.

 

“La delegación no ha autorizado un sólo caso para abrir de las tres a las cinco de la mañana, se podría hacer por vía oficial pero no les han dado ningún permiso.

 

“Y en consecuencia, todos los lugares deberían estar cerrados a las tres de la mañana; sin embargo están cerrando a la hora que quieren, algunos hasta a las nueve de la mañana, evidentemente esto es porque dan cuotas a las delegaciones para que se los permitan”, dijo.

 

Señaló que la demarcación tampoco ha autorizado ninguna licencia de impacto zonal, lo que significa que hay establecimientos fuera de la ley.

 

Señaló que en la demarcación hay cerca de mil 300 establecimientos de impacto zonal, por lo que es imposible que la delegación no se percate que están actuando fuera de horario y “evidentemente no se percatan porque no quieren y porque reciben dádivas”.
Este problema se ha arrastrado de administraciones anteriores, es un rumor que se empata con el hecho de que no cierren los establecimientos que incumplen con la norma, consideró.

 

Normalmente son los verificadores y los que dependen directamente de jurídico y gobierno los responsables nadie quiere hacerlo por miedo a perder sus negocios. Hemos tratado de acercarnos a la delegación Cuauhtémoc.

 

María Chavarri, vecina de la Condesa, respaldó esta versión, pues no es explicable la operación de establecimientos de impacto zonal en una zona habitacional como es el caso de la Condesa.

 

Mencionó que Pedro Pablo de Antuñano recibió quejas de los vecinos para verificar negocios, pero nunca hizo nada para resolver la problemática.

 

Cabe mencionar que la Asamblea Legislativa del DF aprobó ayer un punto de acuerdo para llamar a comparecer a Ricardo Monreal Ávila, jefe delegacional en Cuauhtémoc que se presenta este miércoles en la ALDF, y al ex director general jurídico y de gobierno de dicha demarcación, Pedro Pablo de Antuñano, para que rindan cuentas acerca de los constantes actos de ilegalidad y omisiones en las funciones que cada uno ha desempeñado en dicha delegación.