WASHIGTON. El presidente Barack Obama habló en una ceremonia realizada en el Pentágono, uno de los objetivos de los atentados terroristas de 2001 adjudicados a Al Qaeda, sostuvo que “los estadunidenses no deben ceder al miedo” y resaltó: “Debemos defender no sólo nuestro país, sino también nuestros ideales”.

 

La frase del mandatario se entendió como una autocrítica oficial por la serie de violaciones a los derechos humanos y a las leyes internacionales que cometió la Casa Blanca bajo el argumento de la llamada “guerra contra el terrorismo”, lanzada por el entonces presidente George W. Bush después de los atentados.

 

“Es importante que hoy reafirmemos nuestro carácter como nación. (…) Nuestra herencia multicolor no es una debilidad; todavía es, y será siempre, una de nuestras mayores fortalezas. Este es el Estados Unidos que fue atacado ese mes de septiembre por la mañana. Este es el Estados Unidos al que debemos permanecer fieles”, agregó el mandatario que en enero próximo dejará el cargo.