A pesar de que el país aprende desde el dolor y la indolencia vivir en paz, México no es un Estado, por lo que debe ser tratado con respeto, considero el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth.

 

“No escondemos nuestros problemas debajo del tapete, porque en nuestra pluralidad democrática ya nadie tiene el control de la escobilla, no somos un Estado fallido, y merecemos ser vistos o tratos como tal”, dijo al dar un mensaje durante el inicio de las sesiones del 55 Periodo Extraordinario de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

 

Reconoció que México es un país con muchos y muy complejos problemas, pero también es una nación que los enfrenta desde la pluralidad democrática y desde las instituciones.

 

“Somos una sociedad trabajando para salir adelante para alcanzar mayores grados de prosperidad, justicia y de libertad. Un país abierto al mundo en lo económico, lo político, pero también en la vigilancia y jurisdicción en materia de derechos humanos, un país que en muchas ocasiones está aprendiendo desde el dolor y en un mar de indolencia el enorme esfuerzo que significa vivir en paz”, explicó.

 

En el evento, la CIDH aseguró que México presenta retos en materia de desapariciones forzadas, ataques a periodistas, desplazados, así como en ataques a defensores de derechos humanos.

 

 

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