El Tottenham falló y deja al Leicester a un paso del título de Liga, que los de Claudio Ranieri podrían asegurarse matemáticamente el próximo domingo si vencen en el campo del Manchester United, tras empatar este lunes 1-1 con el West Brom, en un choque en el que los londinenses se estrellaron con los palos.

 

Hasta en tres ocasiones la madera evitó el gol de los del argentino Mauricio Pochettino, que tras dominar a su antojo el primer tiempo, se vieron completamente superados en la segunda mitad por un West Brom, que dispuso, incluso, de varias ocasiones para llevarse la victoria de White Hart Lane.

 

Un desenlace que nadie hubiera podido imaginar tras la fulgurante puesta en escena del Tottenham, que en el primer cuarto de hora se topó en dos ocasiones con los palos, a remates de Harry Kane, que disparó al poste a los 8 minutos, y el danés Christian Eriksen que envió un balón al travesaño en el doce.

 

No falló el conjunto londinense en su tercera oportunidad, un saque de falta lateral botada a los 33 minutos por el argentino Erik Lamela, que el defensa Craig Dawson acabó introduciendo en su propia portería (1-0) al tratar de evitar el remate del belga Jan Vertonghen.

 

Un gol que aplacó los ánimos de los de Pochettino, que en la segunda mitad se vieron cada vez más exigidos por un West Brom, que apenas había existido en el primer tiempo, como confirma el 70 por ciento de posesión con el que el Tottenham cerró los primeros cuarenta y cinco minutos.

No obstante, el conjunto local pudo dejar sentenciada la contienda a los 58 minutos, pero de nuevo la madera, en esta ocasión tras un remate del argentino Erik Lamela, evitó el gol de los de

Mauricio Pochettino.

 

Una falta de acierto o de fortuna que el Tottenham acabó pagando con un inesperado empate, obra de Dawson, que firmó de cabeza a los 73 minutos el definitivo 1-1, que deja al Leicester a un paso de su primer título de Liga.