QUERÉTARO. La comunidad indígena de Villa Progreso, en el municipio de Ezequiel Montes, celebra este fin de semana los 400 años de su fundación y para ello ofrecerá una muestra artesanal y gastronómica, la presentación de un libro y la inauguración de un museo itinerante.

 

tetillasDenominada originalmente como Tetillas, este sitio es un emblemático pueblo otomí o hñahñu, ubicado en el semidesierto queretano, que refleja la historia y tradiciones tejidas por los lugareños a través de sus manifestaciones culturales como artesanía, música y su lengua misma.

 

Para la celebración se tiene preparado un programa que inició la noche del viernes con la misa de acción de gracias en la Parroquia de San Miguel Arcángel, así como la inauguración oficial de la festividad por parte de autoridades municipales.

 

Este sábado se tienen programados los recorridos turísticos Müi Hyadi y rutas Hñahñu, muestras artesanales, concurso gastronómico indígena, demostración del trabajo artesanal milenario a base del ixtle y diferentes expresiones musicales en la plaza principal de Villa Progreso.

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Para el domingo se incluye la apertura de hornos tradicionales de barbacoa, la Carrera de los 400 años de Tetillas; la presentación del libro “San Miguel de Las Tetillas a través de los años”, de la autoría del cronista municipal Omar Arteaga Paz; un ritual en el parque ecoturístico La Canoa y música y danza regional.

 

Documento valida fundación el 27 de febrero de 1616

 

La comunidad otomí llega a su cuarta centuria con un cúmulo de historia, cultura y tradiciones destacó en entrevista, el director del Centro de Investigación para el Rescate de la Cocina y Tradiciones Hñahñu-Chichimeca, Héctor Latapí.

 

Señaló que, de acuerdo con un documento histórico, la fundación de esta comunidad ocurrió el 27 de febrero de 1616, cuando se otorgó merced de tierras a Gaspar Morán sobre San Miguel de Las Tetillas, cuando la Nueva España era gobernada por Don Diego Fernández de Córdoba y López de la Roelas, marqués de Guadalcázar y lugarteniente del Rey.

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“Don Diego Fernández de Córdoba fue quien hizo merced a Gaspar Morán de un sitio de estancia para ganado menor y cuatro caballerías de tierra en términos del pueblo de Guichapa de dicho sitio de tierra o pie de un Cerrillo pedregoso y montañoso de árboles encinales, que hace una ceja de peñas”, describe el documento.

 

Indicó que aunque en ese párrafo no se hace mención de la población de Don Miguel de Las Tetillas, se sabe que se refiere a dicha comunidad tanto por las características geográficas como por lo que resta del documento.

 

“Esas tierras estuvieron habitadas desde entonces por indígenas otomíes, cuya iglesia fue fundada poco después con el movimiento de Evangelización”, añadió el investigador.

 

Refirió que Villa Progreso esconde entre sus rincones una de las culturas milenarias más representativas del estado de Querétaro, convertido en un tesoro cultural y gastronómico, además de que ofrece sitios turísticos atractivos de gran nivel pero sin perder su misticismo.

 

“Destacan en este poblado el Templo de San Miguel Arcángel, cuyos retablos de estilo barroco son dignos de admirarse, además de sus capillas oratorio o capillas de indios, testigos mudos de la Evangelización, al tiempo que destacan los tejidos de ixtle, fibra del agave con la que se elabora la artesanía típica de la región”, ilustró.