La 88 edición de los Oscar estará marcada por grandes ausencias entre los nominados –Idris Elba o Carol-, pero también por los muchos novatos -entre ellos la gran favorita como actriz, Brie Larson– y por profesionales de la talla de Ennio Morricone, con 87 años y aún sin estatuilla.

 

Al genio italiano, que ha compuesto músicas como la de The Mission o Cinema Paradiso, le concedieron en 2007 un premio honorífico, pero ninguno por un trabajo concreto, pese a que ya lleva seis nominaciones.

 

Esa enorme deuda de la Academia de Hollywood con uno de los nombres históricos del cine podría saldarse este año por el trabajo que Morricone ha hecho para The Hateful Eight, de Quentin Tarantino.

 

Y también podría conseguir su Óscar, más de veinte años después de su primera nominación, Leonardo DiCaprio, que parte como favorito por su interpretación de un trampero en The Revenant.

 

Pero además de quienes persiguen el premio desde hace años, esta edición cuenta con muchos nombres que se estrenan en estas lides.

 

Nada menos que ocho intérpretes optan al Oscar por primera vez, tres de ellos en categoría protagonista: Bryan Cranston, el excéntrico químico de Breaking Bad, por convertirse en Dalton Trumbo; Charlotte Rampling por 45 years, y la hasta ahora desconocida Brie Larson, que llega como indiscutible favorita por Room.

 

Mark Rylance, por su espía de Bridge of Spies, llega con su primera nominación, como secundario, al igual que Tom Hardy, por The Revenant. Y en la misma categoría, pero en el apartado femenino, hay tres novatas en los Óscar: Jennifer Jason-Leigh, por The Hateful Eight; Rachel McAdams, por Spotlight y Alicia Vikander, por The Danish Girl.

 

Frente a ellos, hay cinco nombres que ya saben lo que es alzarse con la estatuilla dorada: Eddie Redmayne, Christian Bale, Cate Blanchett, Kate Winslet y Jennifer Lawrence, que además es, a sus 25 años, la artista más joven en sumar cuatro nominaciones en su carrera.

 

Y Sylvester Stallone, nominado y favorito al Oscar a mejor secundario por Creed, vuelve a optar al premio tras Rocky (1976). Es el sexto actor en la historia nominado por el mismo papel en dos cintas diferentes.

 

Eso sí, todos estos actores son de raza blanca, algo que ha provocado una viva polémica e incluso el boicot por parte de algunos rostros conocidos del cine, como Spike Lee o Will Smith.

 

Smith será uno de los ausentes notables de la noche porque no asistirá a la gala de una edición en la que muchos le consideraban como un nominado seguro por Concussion.

 

Lo mismo pasó con Idris Elba, con su magnífica actuación secundaria en Beasts of no Nation y que tampoco fue nominado.

 

Pero las ausencias no son solo de profesionales afroamericanos. Tampoco está y debería, Ridley Scott, por The Martian, con siete nominaciones, incluida a mejor película, pero no la de mejor director. Ni está Charlize Theron, con un cambio de registro de los que gustan en Hollywood en Mad Max: Fury Road.

 

Se echa en falta y mucho a Carol entre las candidatas a mejor película, y a su realizador Todd Haynes, en la categoría de mejor director, al igual que a Aaron Sorkin por su genial guion para Steve Jobs.

 

Sin olvidar que Inside Out es una joya del cine, no únicamente de la animación, y se hubiera merecido estar nominada a mejor película porque no tiene nada que envidiar a muchas de las ocho candidatas.

 

Tampoco está en la categoría de director Steven Spielberg, por Bridge of Spies, pero sí como productor en la de mejor película.

 

Esta nominación ha hecho que Steven Spielberg haya batido el récord de nominaciones obtenidas por un individuo en la categoría de mejor película (como productor de esas cintas), con 15, aunque solo la de Schindler’s List se tradujo en Óscar.

 

Pero en términos absolutos John Williams sigue siendo el rey y tiene nada menos que 50 nominaciones, la de este año por Star Wars: The Force Awakens. De ganarlo, sería su sexto Oscar, aún lejos de los nueve que tiene Alfred Newman.

 

El que sí puede lograr un récord el domingo 28 es el mexicano Emmanuel El Chivo Lubezki, que con la espectacular fotografía de The Revenant aspira a su tercer Oscar consecutivo -tras los de Gravity y Birdman-, algo no logrado hasta ahora.

 

Pero también el director de The Revenant, su compatriota y amigo, Alejandro González Iñárritu, podría establecer un récord.

 

En su caso, el de ser el primer director que consigue que dos de sus películas se alcen con el Oscar en dos años consecutivo. Ya tiene el primero, por Birdman.

 

Y aunque no hay estadísticas en lo que se refiere a las nacionalidades de los directores premiados, es destacable que desde 2010 en que ganó Kathryn Bigelow por The Hurt Locker, no haya habido ganador estadunidense.

 

Aún llama más la atención que si González Iñárritu consigue el Oscar a mejor director por The Revenant, serían tres premios consecutivos a realizadores mexicanos porque en 2014 se lo llevó Alfonso Cuarón, por Gravity, y el año pasado Iñárritu por Birdman.

 

La conquista hispana de Hollywood es más que una realidad.