No satisfecho con haber ganado el Oscar a Mejor Película y Mejor Director por Birdman, y fiel a su estilo de enfrentar cada vez retos más grandes, Alejandro González Iñárritu y su equipo vivieron una de las filmaciones más complicadas de memoria reciente con su nueva cinta, The Revenant: El Renacido, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Tom Hardy y que hoy llega a la cartelera nacional precedida de la mayor cantidad de nominaciones al Oscar (12), y que puede volver a poner al cineasta mexicano en lo más alto del mundo de Hollywood.

 

Poder realizar este proyecto, como es bien sabido, tuvo una fuerte carga emocional para todos los involucrados por las condiciones de filmación del mismo, pues con la finalidad de crear una atmósfera adecuada, Iñárritu y su director de fotografía, Emmanuel Chivo Lubezki, decidieron filmar únicamente con luz natural y en locaciones naturales, por lo que todo el equipo tuvo que sufrir las inclemencias del clima, retrasos, cambio de locaciones y otras cosas más para poder sacar adelante un proyecto que, aparentemente, estaba destinado al fracaso.

 

Pero el tesón de Iñárritu, quien desde su época de radio no aceptaba un no por respuesta a los retos, logró sacar adelante el proyecto y el resultado son precisamente esas 12 nominaciones al Oscar, entre ellas nuevamente dos para El Negro (Mejor Película y Mejor Director), así como para Lubezki (Mejor Fotografía) y Martín Hernández (Mejor Edición de Sonido).

 

Iñárritu compartió para 24 HORAS cómo fue el proceso de filmación, los retos, la manera como los superó y que lo tienen, de nuevo, en la cúspide de la cinematografía mundial.

 

“El filme muestra un momento muy interesante en la historia de Estados Unidos. Eran personas en territorios inexplorados teniendo aventuras reales. No como nosotros con nuestro GPS, que nos impide tener aventuras, pues sabemos dónde están las cosas. Pero el comienzo del siglo XIX es una incógnita, pues no hay historias que hayan capturado ese periodo con precisión. No había fotografía. No había nada. Así que todo de ese periodo sigue siendo más leyenda que hecho comprobado. Incluso la historia del protagonista, Hugh Glass. Sabemos que sobrevivió al ataque de un oso grizzly y que buscó vengarse de los que lo abandonaron, pero antes y después de eso, su vida es una incógnita”, expresó.

 

Humanidad en los personajes

 

Una de las características del cine de Iñárritu es mostrar el lado más humano de sus personajes, y en El Renacido no fue la excepción.

 

“Lo más importante era no presentar a ‘los indios’, ‘los malos’, o ‘los peligrosos’, o ‘los misteriosos’. Mi intención siempre fue darles razones fuertes y muy humanas como las de cualquier otra persona, no ser condescendiente, y no hacerlos las víctimas. Tampoco quería que fueran puros y buenos. Simplemente traté de humanizarlos. No son buenos. No son malos. Simplemente están buscando las mismas cosas que cualquier otra persona: respeto, dignidad, ser escuchados”.

 

Lo anterior forma parte de la autenticidad que Iñárritu quería darle a su filme, por lo que otro aspecto importante fue encontrar las locaciones ideales, sin importar si éstas estaban al otro lado del mundo.

 

“Empecé a buscar locaciones hace como cinco años. Sabía que la película iba a requerir casi 100 locaciones, y no es como filmar en una ciudad, donde la logística se resuelve fácil. Aquí teníamos una historia que ocurre en otoño e invierno, y fue todo un reto la logística que implica ir a esas locaciones con un equipo y cámaras y plataformas. Fue complejo, pero sabía que los paisajes y que esas locaciones no serían sólo ‘locaciones’; básicamente se convertirían en personajes que le darían la mano a Hugh Glass y que lo harán sentir o lo sanarán o lo dañarán o lo transformarán o le darán resguardo o le darán una pesadilla o lo protegerán o lo amenazarán. Fue increíblemente desafiante, pero valió la pena”, aseguró.

 

Rodaje al natural

FOTO: 20th Century Fox

 

Un aspecto clave en El Renacido fue la decisión de filmar en secuencia, con tomas largas y usar sólo la luz natural disponible.

 

“Usar sólo luz natural fue una elección obvia”, dice Iñárritu. “En primer lugar, la complejidad y la belleza de esa luz nunca podrán ser igualadas por luz artificial de filmación. Como filmamos en invierno, para las 3:00 PM ya estaba oscuro. Las locaciones estaban tan remotas que para cuando llegábamos ya teníamos que estar listos; ensayábamos y ensayábamos porque teníamos tal vez una hora o dos para filmar las tomas largas. Eso era todo”.

 

Y reflexiona acerca del peligro que corrió todo el equipo de filmación: “Sí, fue una forma muy peligrosa y extrema de filmar, pero también extraes la luz más hermosa del día en donde realmente te dice algo. Realmente no había otra opción. Estábamos filmando con lentes de 40 milímetros, así que no había dónde ocultar luces. ¿Cómo cableábamos eso?”, añadió, al tiempo que explicó el porqué de filmar en secuencia.

 

“Eso nos permitió a mí y a los actores encontrar oportunidades para adaptar, para rescribir, para pulir y encontrar cosas que podían añadirse a medida que continuaba nuestro viaje juntos. A veces en el cine eres Dios; a veces eres una criatura y en este caso, tienes que ceder y ser una criatura de tu propio trabajo”, concluyó.

 

El Chivo va por el tercero

 

Acerca del rodaje con luz natural, que le puede dar al Chivo Lubezki su tercer Oscar consecutivo, éste comentó que era una decisión que no tenía marcha atrás.

 

“Alejandro quería que la película se sintiera muy natural, eso era algo muy importante. Siempre quiso que la película interesara al público en una forma en la que sintieran que estaba viendo a través de una ventana al pasado. Desde el principio, queríamos que la película fuera muy sumergible y muy visceral. Al estar haciendo pruebas nos dimos cuenta que los lentes muy amplios nos permitían adentrar a los espectadores y colocarlos en medio de la acción. Nos permitió tener acercamientos de Leo, por ejemplo, y tener a todo el entorno presente en cada toma, y eso era algo muy importante para Alejandro, la relación entre el medio ambiente y Glass”.

 

La más nominada

 

Estas son las 12 nominaciones que tiene el filme de Iñárrtitu:

 

  • Mejor Película

 

  • Mejor Director

 

  • Mejor Actor

 

  • Mejor Actor de Reparto

 

  • Mejor Fotografía

 

  • Mejor Edición de Sonido

 

  • Mejor Mezcla de Sonido

 

  • Mejores Efectos Visuales

 

  • Mejor Edición

 

  • Mejor Diseño de Producción

 

  • Mejor Maquillaje y Peinado

 

  • Mejor Vestuario