TAMPA. El equipo Michigan regresó a la fiesta de los tazones en la NCAA esta temporada para ganar el Citrus Bowl en un encuentro en el que fue consistente durante los cuatro cuartos para ganar 41-7 a Florida.

 

Los Wolverines se sacudieron una racha de cuatro años de sequía ya que su última aparición en postemporada había sido en 2013 con una derrota en el Buffalo Wild Wings Bowl y desde 2012 no ganaban un tazón cuando entonces vencieron al Tecnológico de virginia en el Sugar bowl por 23-20.

 

Luego de iniciar 7-7 el primer cuarto, Florida no pudo aguantar el ritmo ni recuperarse en el resto del encuentro, luego de que hacia el final del segundo periodo tuviera una intercepción cuando estaba en zona roja.

 

En cambio Michigan tuvo anotaciones en cada cuarto haciendo sufrir a la sexta mejor defensiva de toda la NCAA, 17-7 en la primera mitad y para la segunda vinieron otros 24 puntos sin respuesta para conseguir un total de 503 yardas en el ataque.

 

El quarterback de Michigan, Jake Rudock terminó con 278 yardas y tres pases de anotación para un total de 20 envíos completados en 31 oportunidades, mientras el mariscal rival Treon Harris tuvo un pobre desempeño en el campo con apenas ocho pases completos de 21 lanzados, sin anotaciones y una intercepción para 146 yardas.