El vicecoordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, consideró deplorable que una entidad educativa, como la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Guerrero, se convierta en carne de cañón y golpeteo de grupos delictivos, vinculados al narcotráfico como son Los Rojos y Los Ardillos.

 

Rechazó la posible desaparición de las escuelas normales por este tipo de situaciones, y aseguró que “es una obligación del Estado mexicano hacer lo necesario para que funcione como un centro educativo y no permitir la infiltración del crimen organizado”.

 

El líder priista aclaró que no conoce el contenido de los audios de la conversación de dos presuntos estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, que involucran a otros cuatro compañeros en la disputa que mantienen las organizaciones criminales Los Rojos y Los Ardillos.

 

“No he escuchado los audios y por lo tanto no puedo dar una postura formal, pero queda muy claro lo que siempre se ha dicho: desafortunadamente la escuela (de Ayotzinapa) forma parte, de manera estratégica, de las disputas que sostienen los cárteles en Guerrero, también forma parte de su estrategia territorial”, indicó.

 

Al término de una reunión de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), el diputado priista insistió en que “no deja de ser una pena, realmente es deplorable, que una entidad educativa se convierta en la carne de cañón, se convierta en el instrumento de golpeteo de uno o de tal grupo delictivo”.

 

Confió en que parte de los logros de la reforma educativa, particularmente en el tema de las normales, sea que de verdad sean centros de educación y que todas estas intenciones de intervenirlas, de manipularlas, queden en el pasado.

 

Subrayó que, en ningún caso, se aceptaría que la solución de algo que no funciona bien o de algo que está siendo vulnerado, penetrado, puesto en peligro por el crimen organizado, fuera desaparecerla.

 

“Al contrario, es una obligación del Estado mexicano hacer lo necesario para que funcione como un como un centro educativo y no permitir la infiltración del crimen organizado”, reiteró.

 

Puntualizó que en ningún caso la autoridad se ha planteado la desaparición de la normal rural de Ayotzinapa, al contrario, “nos planteamos la obligación de proteger a sus estudiantes y sobre todo de proteger la esencia de su objetivo, que es formar maestros frente a las aulas”.