El padre y activista Alejandro Solalinde se disculpó con los familiares de los 43 normalistas desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, por haber publicado testimonios que le revelaron varias personas que fueron testigos de la situación en la que se encontraban los estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

 

En un comunicado difundido a través de su cuenta de Twitter @padresolalinde, el director del albergue de migrantes Hermanos en el Camino explicó que en el mes de octubre, “realicé una serie de declaraciones públicas relativas a la situación de los 43 estudiantes desaparecidos, de acuerdo con los testimonios que me confiaron varias personas en días previos”, apuntó.

 

“Haber publicado estos testimonios fue una determinación que tomé a conciencia y por la que ahora pido una disculpa a los familiares de los normalistas”, subrayó Solalinde con respecto a sus revelaciones aportadas a diversos medios de comunicación, entre las que destacan el hecho de que algunos de los normalistas fueron quemados vivos y la zona donde de acuerdo con información aportada por los detenidos, se encuentran enterrados sus cuerpos.

 

El dicho de que los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos fueron calcinados cuando aún estaban con vida se fundamenta en la confesión de un testigo presencial de los hechos, aseguró el sacerdote Alejandro Solalinde; al respecto fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR) indicaron que esta es una línea de investigación.

 

“Estoy convencido de que en este momento lo más importante es preservar la unidad de un movimiento que exige, legítimamente, la aparición con vida de los normalistas. Por eso he decidido quedar a la disposición de las familias y de la Comisión Civil de Impulso y Seguimiento a la Búsqueda para aquello en lo que crean que puedo ser de ayuda”, subraya el documento del sacerdote.

 

Finalmente, el padre Solalinde concluye: “Quiero externar mi solidaridad con el dolor de las y los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, asegurándoles que mi intención no ha sido nunca hacer más difícil esta experiencia por la que hoy atraviesan. Ofrezco mis oraciones para que la esperanza les siga dando fuerza en la búsqueda de sus familiares”.