KABUL. Un general estadunidense de la OTAN murió por disparos de un soldado afgano contra tropas internacionales y locales en Kabul, lo que le convirtió en el militar de EU de más alto rango caído en Afganistán tras más de una década de guerra.

 
El ataque se produjo hacia el mediodía local durante una visita de varios mandos de las tropas afganas y de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) a la Academia de Oficiales del Ejército Nacional Afgano situada en la Universidad Marshal Fahim de Kabul.

La muerte del general de Estados Unidos fue confirmada al canal de televisión afgano Tolo por fuentes oficiales, que añadieron que otros trece miembros de la ISAF resultaron heridos: siete soldados estadunidenses, cinco británicos y un alemán.

El Pentágono también reconoció a los medios estadunidenses el fallecimiento del general de dos estrellas, aunque no reveló su identidad, y advirtió de que el número de muertos podría aumentar debido a que algunos de los heridos se encuentran en estado grave.

Además, tres miembros de las fuerzas militares afganas resultaron heridos en el tiroteo, entre los que se encuentra también un general, de acuerdo con Tolo.

El Ministerio de Defensa afgano aseguró en un comunicado que el atacante fue abatido y, aunque añadió que había habido “heridos”, no aportó más detalles.

La ISAF también confirmó que hubo una muerte en las filas de las tropas internacionales.

El presidente afgano, Hamid Karzai, condenó enérgicamente en una nota oficial el “cobarde” ataque perpetrado por “enemigos” de Afganistán y ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.

Este tipo de acciones son conocidas en jerga militar como ataques green on blue (verde contra azul), en alusión al color de los uniformes de las respectivas fuerzas.

Los talibanes celebraron desde su página web la acción que terminó con la vida de “cuatro invasores” -un número de fallecidos que coincidía con las primeras versiones de los medios-, pero no aclararon sin el atacante era un insurgente infiltrado o no.

Se trata del segundo ataque de este tipo en lo que va de año tras la muerte de dos soldados de la misión de la ISAF a manos de dos desconocidos que vestían el uniforme de las fuerzas de seguridad afganas, en febrero pasado.

La insurgencia talibán abogó durante 2012 en numerosos comunicados por aumentar la infiltración de combatientes en las filas de las fuerzas de seguridad de Afganistán, lo que desembocó ese año en más de un centenar de ataques de ese tipo en suelo afgano.

La ISAF decidió entonces reducir el nivel de cooperación con militares y policías afganos para abordar los continuos ataques internos, y EU tomó medidas específicas como la suspensión del entrenamiento a cerca de un millar de reclutas.

La tendencia de los ataques “verde contra azul” disminuyó en 2013 como consecuencia de esas medidas y al calor del papel cada vez más secundario que desempeñan las tropas extranjeras en Afganistán, país del que tienen previsto retirarse completamente a fines de 2016.

Según el portal independiente iCasualties, desde el comienzo de la guerra en Afganistán en 2001 han muerto en el conflicto asiático dos mil 340 soldados estadounidenses, 39 de ellos en lo que va de año.