BRASILIA. El gobierno de Dilma Roussef en Brasil realizó hoy un anuncio importante para su política turística y contra el turismo sexual. A partir del mes de junio, coincidente con el inicio del Mundial de Futbol, impedirá el ingreso al país de extranjeros que hayan sido condenados por pederastia o sean sospechosos de abusos contra menores.

 

La nueva determinación fue incluida en el Estatuto del Extranjero, que regula la concesión de visados y el ingreso de los ciudadanos de otros países exentos de esa obligación.

 

Se aplicará a partir de la semana próxima y se mantendrá una vez que concluya el Mundial, explicó el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.

 

Con apoyo de Interpol

 

El ministro dijo que el gobierno se apoyará en las listas que elabora la Interpol sobre casos de pederastia y que incluso pudiera ser impedido el ingreso al país de personas sospechosas de haber cometido abusos sexuales con menores o de pornografía infantil.

 

Según Cardozo, los agentes de la Policía Federal que trabajan en los puestos de fronteras recibirán esas listas y negarán el ingreso de extranjeros que figuren en ellas, aún sin necesitar de visados.

 

Las mismas listas serán distribuidas en los consulados del país en el exterior, con instrucciones de no expedir visados para los condenados o sospechosos de abusos de menores, indicó Cardozo.

 

La decisión, según las autoridades, la dará carácter permanente a los diversos planes de combate a la pederastia que ya se aplican en el país y entrará en vigor casi en vísperas del Mundial de futbol, que comenzará el próximo 12 de junio y para el que se espera a cerca de 600 mil extranjeros.

 

En el marco del refuerzo al combate a la pederastia, la jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff, sancionó ayer miércoles una ley que endurece las penas contra la explotación sexual de menores e impide que los acusados de ese delito obtengan el beneficio de la libertad bajo fianza o cualquier tipo de indulto.

 

“Tarjeta roja” en campaña

 

En tanto, ya había una campaña internacional impulsada por organizaciones defensoras de derechos humanos que se propone desalentar la demanda de servicios sexuales entre los hombres turistas que asistirán al mayor evento deportivo. Una de sus consignas es levantar la tarjeta roja al “turismo sexual”.

 

Se estima que 600 mil turistas asistirán a la competencia futbolística que tendrá lugar en doce ciudades brasileñas, donde además de disfrutar de las bellezas de ese país, sitios y playas, muchos hombres se involucrarán en prácticas sexuales comerciales.

 

Con base en estudios de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, que impulsa la campaña, los países del área con mayor índice de “turismo sexual” son Brasil, República Dominicana, Costa Rica, Venezuela y Puerto Rico.