BOGOTA. El hombre que conducía el autobús en el que murieron 32 niños calcinados en la costa Caribe de Colombia se encuentra detenido y será llevado por la Fiscalía ante un juez para que responda por su presunta responsabilidad en la tragedia, se informó el lunes oficialmente.

 

“Se está esperando que se fije hora y lugar para la diligencia de imputación de cargos”, dijo en entrevista telefónica con The Associated Press Luz Estella Durán, alcaldesa del municipio de Fundación, en el departamento de Magdalena y a unos 665 kilómetros al norte de Bogotá.

 

La funcionaria indicó que es probable que la diligencia judicial no se realice en Fundación para evitar eventuales problemas de orden público.

 

Versiones extraoficiales indican que el conductor habría manipulado gasolina en el interior del vehículo que se incendió el domingo en Fundación.

 

“Esa es una versión que se maneja acá por parte de las personas que estuvieron cerca (del accidente) y de los niños que están en los hospitales de Fundación: se dice que había una caneca (de gasolina) dentro de la buseta y que habría sido manipulada, pero el tema como tal por parte de las autoridades no es oficial”, explicó la alcaldesa.

 

“El conductor del bus, antes del accidente, habría realizado la conversión de gas a gasolina del vehículo, mientras los niños se encontraban al interior del mismo. No obstante, las causas de la explosión son objeto de investigación”, dijo la Fiscalía General a través de su oficina de prensa.

 

El penalista Jesús Albeiro Yepes dijo a AP que el conductor podría verse incurso en el delito de homicidio culposo agravado y que si el hombre no negocia su pena con las autoridades podría permanecer en prisión hasta ocho años.

 

Otras 20 personas resultaron heridas en el incendio, precisó Durán. De ellas, al menos nueve están graves.

 

Según el general Carlos Mena, comandante de la Policía de Carreteras, el chofer “no tenía el seguro obligatorio; no tenía vigente la revisión técnico-mecánica; no tiene licencia de conducción”. Agregó que había sido multado en varias oportunidades por infracciones de tránsito. Estos datos fueron confirmados por la Fiscalía.

 

Mena dijo que el conductor se encuentra bajo custodia de la policía, en un sitio que no precisó, a la espera de ser llevado ante un juez de garantías para que eventualmente sea afectado con una medida de detención preventiva.

 

Todos los cadáveres fueron llevados a la ciudad de Barranquilla, 700 kilómetros al norte de la capital colombiana. Los familiares de las víctimas serán trasladados a esa localidad para que con base en pruebas de ADN les sean entregados los cuerpos, agregó Mena.

 

“Tengo roto mi corazón… murió mi nieta y seis sobrinos y resultaron heridos dos sobrinos más”, dijo por teléfono a AP Nelson Tapias, un comerciante de 54 años.

 

El abuelo de Luisa Fernanda Tapias, una de las víctimas, recordó que a sus familiares “los recogieron antes de las nueve de la mañana en el bus que hacía el recorrido para llevarlos al culto y cuando regresaban pasó lo que pasó”.

 

Los familiares muertos de Tapias tenían entre uno y 12 años.

 

“No sabemos qué fue lo que paso con este bus. Según nos informan se quedó sin gasolina y al parecer cuando lo estaban llenando con gasolina hubo una chispa y luego una explosión”, dijo Tapias.

 

Manuel Solís, un vendedor de fruta de 54 años, dijo que en el accidente murió su nieto de ocho años. “Lo más insólito y doloroso es que Jesús era la primera vez que iba al culto”.

 

Durán explicó que “los niños fueron invitados a una escuela dominical donde los adultos se dedican al rito religioso y los niños reciben actividades lúdicas y reciben explicaciones sobre la Biblia”. Una vez terminada la actividad, el objetivo era trasladar a los niños a sus lugares de origen “y ahí fue la tragedia”, agregó.

 

En tanto, el presidente Juan Manuel Santos dijo el lunes que el país estaba de luto tras la tragedia y exigió una investigación a fondo para esclarecer las causas del accidente.