Stacy Erholtz, de 50 años de edad, de Pequot Lakes en Minnesota, el año pasado se estaba quedando sin opciones de tratamiento para su leucemia cuando participó en un ensayo en la Clínica Mayo, un grupo de investigación médica sin fines de lucro, que ha estado llevando a cabo pruebas durante los últimos 150 años.

 

Erholtz fue una de dos sujetos de pruebas en este experimento y la única que obtuvo los resultados que se esperaban. “Aún así el experimento brindó la prueba de que una simple terapia lo suficientemente fuerte como para infundir a 10 millones de personas puede ser capaz de matar el cáncer abrumando las defensas naturales” afirmó el doctor Stephen Rusell al portal Star Tribune, profesor de medicina molecular que lideró la investigación en la clínica Mayo.

 

El cáncer, que se había extendido por todo su cuerpo, casi de inmediato se convirtió en “no detectable”, dijo el investigador.

 

Russell explicó que este caso confirma las suposiciones que muchos médicos hacían, pero que todavía no podían probarlo en los seres humanos. “Se trata de un hito. Hemos sabido durante mucho tiempo que podemos inyectar un virus por vía intravenosa y destruir el cáncer metastásico en ratones. Pero hasta ahora nadie ha demostrado que se puede lograr en humanos”, dijo Russell.

 

El siguiente paso es un ensayo más grande para ver si la guerra relámpago contra el sarampión trabaja en un mayor número de pacientes, una prueba que realizará la clínica y que espera lanzar a más tardar en septiembre.