El crecimiento económico de México será impulsado cerca de 2% por las reformas estructurales y el Plan Nacional de Infraestructura (PNI), aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

 

“El PNI junto con las reformas estructurales serían capaces de elevar el ritmo de crecimiento de la economía entre 1.8 y 2.0 puntos porcentuales por arriba de su nivel inercial”, señaló el organismo.

 

Según el órgano dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), a partir de 2016 se verán tasas de crecimiento del producto interno bruto (PIB) por arriba de 5%, así como se generarán 350 mil nuevos empleos adicionales cada año.

 

“De no lograr este objetivo, el escenario inercial muestra tasas inferiores a 4% para todo el sexenio”, manifestó.

 

La semana pasada, el presidente Enrique Peña Nieto, anunció el PNI 2014-2018, el cual se apoya en seis sectores estratégicos (Comunicaciones y Transportes; Energía; Hidráulico; Salud; Desarrollo Urbano y Vivienda; y Turismo).

 

El programa requerirá una inversión total equivalente a 7.7 billones de pesos, que en conjunto aportará el sector público y el sector privado, lo que lo convierte en el programa de infraestructura más ambicioso de la historia.

 

El CEESP recordó que un aspecto que llama la atención es que el pronóstico de crecimiento inercial que se muestra en el PNI es de 3.5% para 2014, lo cual puede ser indicio de una posible corrección de la estimación oficial para el presente año.

 

Motor productivo

 

“No hay duda de que el principal motor del crecimiento es la inversión. Sin embargo para que esta se consolide como un verdadero motor de la actividad productiva del país, es fundamental que su asignación sea lo más eficiente posible”, precisó.

 

La inversión del sector público es un detonador importante de la privada, y es por ello que un entorno de estado de derechos es indispensable para incentivar los flujos de capital, indicó.

 

El órgano dijo que la fuga de recursos en obras públicas ha sido por muchos años fuente de ganancias de grupos políticos, organizaciones, sindicatos, entre otros.

 

“El hecho de que el 63% del total de la inversión requerida para el PNI se origine en el sector público, demanda un control absoluto de la eficiencia con que se deberán ejercer los recursos públicos”, dijo.

 

“No hay que olvidar que en la clasificación del Foro Económico Mundial, México ocupa el lugar 105 en materia de desviación de fondos públicos, en tanto que Transparencia Internacional nos ubica en la posición 106 en materia de corrupción”, expresó el Centro de Estudios.

 

“Es importante resaltar que del total de la inversión prevista en el PNI, 50% se canalizará al sector energía, con el objetivo principal de abastecer de energía al país con precios competitivos, calidad y eficiencia a lo largo de la cadena productiva”.

 

Agregó que evidentemente esto podrá fortalecer la asociación con el sector privado para invertir en un sector que es vital para el desempeño del aparato productivo del país.