CRIMEA. Más de veinte mil personas se congregaron anoche en la plaza de Lenin de Simferópol, capital de la república separatista de Crimea, para festejar la victoria de la reunificación con Rusia en el referéndum del domingo.

 

Un mar de banderas tricolores rusas inundó la plaza, donde tuvo lugar un concierto en el que se oyó todo el repertorio de canciones patrióticas y militares rusas, interpretadas entre otros por el grupo Liube, el preferido del presidente ruso, Vladímir Putin.

 

“Crimea es Rusia” o “Gloria a Rusia”, coreaban los congregados en un acto que estuvo presidido por una imponente estatua de Lenin, fundador de la Unión Soviética.

 

Embargados por la emoción, los crimeos de todas las edades bailaban, brindaban con vodka y cerveza por la madre patria, se abrazaban y besaban sin rubor, y no dejaban de gritar “Hurra”.

 

Los crimeos que se echaron a las calles tras el cierre de los colegios electorales, entre los que se veían mujeres con bebés y jóvenes en bicicleta, festejaban la liberación del yugo ucraniano, que convirtió a la próspera península soviética en una colonia, según su opinión.

 

“Yo soy ucraniano de pura cepa, pero mi mujer pertenece a una sexta generación de rusos de Crimea. Los ucranianos se han portado tan mal con nuestra gente, que yo también estoy a favor de la reunificación con Rusia”, comentó a Efe Anatoli, empresario.

 

Llegado un momento, en el escenario hicieron acto de presencia el primer ministro de la república, Serguéi Axiónov, y el presidente del Parlamento, Vladímir Konstantínov, que felicitaron a los crimeos por la victoria de la opción rusa en el plebiscito.

 

“Os felicito. Regresamos a casa. Crimea ingresará en Rusia. Hurra, camaradas. Lo hemos logrado gracias a vuestro apoyo. Nadie nos podrá arrebatar esta victoria”, proclamó Axiónov.

 

El líder crimeo subrayó que sin el apoyo del pueblo y el presidente ruso, Vladímir Putin, la victoria en el referéndum hubiera sido imposible.

 

Seguidamente, todos los presentes entonaron el himno ruso con la mano en el pecho o el brazo alzado, tras lo que comenzó un espectáculo de fuegos artificiales, entre el júbilo de los habitantes de Simferópol.

 

“Gracias, Dios, por escuchar mis plegarias. Por fin volvemos a Rusia. ¿Cómo no pueden entender en Occidente que Crimea es tierra rusa desde hace siglos?”, señaló Sveta, empleada de una tienda de joyas, que no dejaba de bailar y abrazar a sus amigas.

 

El maratoniano concierto, que duró varias horas, se prolongó hasta la medianoche, tras lo que los asistentes se dirigieron a sus casas, muchos de ellos a pie.

 

Tras el escrutinio del 75 por ciento de las papeletas, un 95,7 por ciento de los crimeos se manifestó el domingo a favor del ingreso en la Federación Rusa, mientras sólo un 3,2 por ciento apoyaron una amplia autonomía en el seno de Ucrania.

 

Las autoridades separatistas no pierden el tiempo y el mismo lunes el Parlamento crimeo refrendará los resultados de la consulta y se dirigirá oficialmente a Putin para pedirle la incorporación de la república a la Federación rusa.

 

A partir de ahora, los crimeos podrán solicitar el pasaporte y el permiso de conducir en vigor en Rusia, mientras las autoridades adoptarán el rublo como moneda y también el huso horario vigente en el vecino del norte.