La expresividad y riqueza de los vinos espumosos de Querétaro son la esencia de una celebración de fin de año en la que además relucen los sabores, aromas e ingenios de la cocina mexicana, con todo su juego de herencias europeas y las expresiones contemporáneas.

 

El restaurante Limosneros, del centro histórico capitalino, presentó hasta el cierre de 2013 el festival Noches de burbujas: un encuentro de delicias llevadas a su máxima expresión a través del encuentro con las diversas expresiones de Sala Vivé, que además brilla en los festejos de la temporada con sus etiquetas realizadas por importantes diseñadores mexicanos: Brut, por Alejandro Carlín; Brut Rosé, por Julia y Renata; Brut Nature, por Royal Closet; Millesimé 2005, realizada por Mauricio Olvera; de Fashion Group; y Fruité, creación de Macario Jiménez.

 

“Es una oportunidad excelente para festejar y convivir con los amigos en esta época tan especial; pero también es una oportunidad ideal para gozar de nuestra cocina con las grandes expresiones de la Casa Freixenet, que es un emblema a nivel mundial y que en el caso de la vitivinicultura queretana ha marcado pauta en el desarrollo de productos con identidad, en plena sintonía con los sabores de México”, expresa afirma Juan Pablo Ballesteros, gerente del restaurante.

 

 

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