La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) se clausura hoy con buenas cifras de ventas y asistencia de público, que crecieron 15 % y 7 %, respectivamente, y dio la bienvenida a Argentina, país invitado de honor en 2014 del evento que se celebra en esa ciudad mexicana.

 

El presidente de la FIL, Raúl Padilla, habló de “un hermano del sur que ya conoce al camino de nuestra casa” para dar la bienvenida a Argentina, que el próximo año convertirá a Julio Cortázar (1914-1984), en el centenario de su nacimiento y a los 50 años de la publicación de su gran obra, “Rayuela”, en el centro de su programa en la Feria.

 

Padilla también hizo un balance positivo de la edición de la Fil 2013.

 

“Como lo habíamos previsto, la FIL ha sido un gran festejo para todos aquellos que nos emocionamos con los libros y entendemos su poder transformador”, dijo el presidente en rueda de prensa.

 

Los datos preliminares que ofreció indican que las ventas de libros aumentaron alrededor de 15 % en 2013 respecto de 2012, lo que significa que a lo largo de nueve días se tuvo un volumen estimado de negocios del orden de 41 millones de dólares, “incluyendo ventas directas al público y transacciones profesionales”.

 

Padilla saludó también los buenos datos de asistencia, con 750 mil 987 personas, por encima de los 701 mil 857 visitantes que hubo hace un año.

 

En la edición que concluye este domingo, la cifra de editoriales presentes en la Feria de Guadalajara fue de mil 932, cuatro más que las de 2012, aunque en cuanto a países hubo 43, uno menos que en 2012.

 

“Tuvimos un total de 656 escritores, en tanto el año pasado tuvimos 559”, más de 17 % de incremento en el número de autores, detalló Padilla.

 

Procedentes de 28 países, entre los escritores destacaron el Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa; la recién premiada con el Cervantes, Elena Poniatowska, de México, y el israelí David Grossman, quienes inauguraron el salón literario, y el francés Yves Bonnefoy, quien recibió el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013.

 

Bonnefoy ofreció un discurso inaugural en que resaltó el poder de un galardón “consagrado a la literatura” para “llamar la atención sobre esa forma particular de cuestionamiento del mundo y de la existencia de lo que llamamos poesía”, y sobre el poder del lenguaje.

 

“La palabra que enuncia las leyes puede también ser la que revela existencias. Puede ser de esta manera la causa de esta memoria de la existencia y su verdad propia que nombro poesía”, agregó.

 

En relación con las mayores dificultades registradas en la FIL 2013, Padilla reconoció que la visita del presidente de Israel, Simón Peres, obligó a introducir medidas de seguridad “severas” que, sin embargo, serán “coyunturales”.

 

Padilla reconoció que esas medidas, que “lamentamos”, afectaron sobre todo la actividad de los dos primeros días de FIL, el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, pero no al flujo de visitantes al recinto, donde en esta edición hubo filtros de seguridad en las entradas.

 

Admitió que en su actual formato y sede la FIL “de tanto en tanto tiene un problema de saturación”, y que dos días estuvo al 97 y 98 % de la capacidad total del recinto para recibir público.

 

“Nosotros seguimos esperando que este recinto crezca más horizontalmente, tiene planes de expansión”, admitió Padilla.

 

La embajadora de Israel en México, Rodica Radián Gordón, celebró la participación de su país en la FIL, la cual consideró “un gran honor” y “una oportunidad muy grande” de acercarse a México e Iberoamérica.

 

En otro acto, Argentina se presentó como invitada de honor para 2014, con Cortázar en el centro y una preocupación por la identidad de la región latinoamericana.

 

“Nuestra problemática va a ser Latinoamérica y su lugar en el mundo”, dijo Magdalena Faillace, directora general de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina.

 

“Nosotros si hay algo en lo que no somos periféricos ni emergentes es en nuestra cultura”, señaló Faillace.

 

La funcionaria hizo énfasis en que Argentina no es “el país europeo de América Latina” sino uno “orgullosamente latinoamericano”.

 

La FIL logró autofinanciarse un año más, al alcanzar un costo “cercano a los 80 millones de pesos (6,1 millones de dólares)” e ingresos “un poco superiores a los 83 millones de pesos (6,3 millones de dólares)”, de acuerdo con el balance presentado por los responsables de la Feria de Guadalajara.