NUEVA YORK. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) paga a la telefónica AT&T más de 10 millones de dólares al año para obtener y revisar los registros de llamadas internacionales de sospechosos de terrorismo y sus asociados, apuntó hoy The New York Times.

 

En una nota publicada en su edición de este jueves, el diario asentó que los registros de las llamadas obtenidas por la CIA se realiza mediante un contrato voluntario firmado con AT&T y no mediante órdenes judiciales.

 

La CIA proporciona los números de teléfono de los sospechosos de terrorismo en el extranjero y AT&T busca en su base de datos y proporciona los registros de llamadas que pueden ayudar a identificar a los asociados extranjeros.

 

El New York Times indica que AT&T cuenta con un archivo de datos de las llamadas que pasan por sus redes, tanto internacionales como nacionales, que no sólo pertenecen a sus clientes.

 

“El programa agrega una nueva dimensión al debate sobre el espionaje del gobierno y la privacidad de los registros de las comunicaciones, que ha sido enfocado en los meses recientes a los programas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés)”, apuntó el diario.

 

La revelación arroja nueva luz sobre los vínculos entre funcionarios de inteligencia y los proveedores de servicios de comunicaciones. Y muestra cómo las agencias más allá del uso de metadatos NSA – registra la fecha, duración y teléfonos que participan en la llamada, pero no el contenido – para analizar los vínculos entre las personas a través de programas regulados por un mosaico incoherente de las normas legales, procedimientos y supervisión.

 

Por su parte, Dean Boyd, portavoz de la CIA, se negó a confirmar el programa. Pero dijo que las actividades de recolección de inteligencia de la agencia eran legales y “sujetos a una amplia supervisión.”

 

“La CIA protege a la nación y defiende los derechos de privacidad de los estadounidenses, garantizando que sus actividades de recolección de información se centran en la adquisición de inteligencia y contrainteligencia extranjera, de acuerdo con las leyes de Estados Unidos”, señaló.

 

En tanto, Marcos Siegel, portavoz de AT&T, dijo: “Valoramos la privacidad de nuestros clientes y trabajamos arduamente para protegerlo, garantizando el cumplimiento de la ley en todos los aspectos. No hacemos comentarios sobre cuestiones relativas a la seguridad nacional “.

 

De acuerdo con funcionarios, la mayor parte de los registros proporcionados por AT&T a la CIA son de llamadas internacionales.

 

Cuando una de estas llamadas termina en Estados Unidos, la telefónica no proporciona datos sobre ese usuario debido a que está prohibido por ley espiar a ciudadanos.

 

Sin embargo, la CIA puede referir tal información a Buró Federal de Investigaciones (FBI), que puede obtener una orden judicial para obtener acceso a registros de personas en Estados Unidos.

 

Desde junio, cuando los documentos filtrados por el anterior contratista NSA Edward J. Snowden comenzaron a emerger, un debate internacional ha entrado en erupción en el ámbito de la vigilancia de la NSA y las relaciones de la agencia con las compañías estadounidenses que operen redes o presten servicios de comunicaciones de Internet.

 

Muchas de las empresas han protestado que están legalmente obligados a cooperar. La disposición de AT & T-CIA ilustra que tales actividades no se limitan a la NSA, y que la cooperación a veces es voluntaria, afirma el New York Times.

 

Con información de The New York Times