ROMA. Ante la desesperada decisión del ex primer ministro Silvio Berlusconi, que dos semanas antes de tener que comenzar a cumplir la pena de arresto domiciliario por fraude fiscal obligó a cinco ministros de su partido a renunciar, desatando una crisis en el gobierno de Italia, el primer ministro, Enrico Letta, anunció que hoy convocará a un crucial voto de confianza ante el Parlamento para evitar la celebración de legislativas anticipada, apenas siete meses después de las últimas.

 

Letta, que estuvo reunido de urgencia con el presidente, Giorgio Napolitano, se mostró de acuerdo en evitar que los italianos vuelvan a las urnas, en el marco de una crisis económica y una parálisis política producto de las trabas puestas por Berlusconi, que busca evitar ir preso por una cantidad de causas judiciales en su contra.

 

“Probablemente el miércoles vayamos al Parlamento y pidamos la confianza en las dos ramas, no pienso gobernar a toda costa, sirve un voto de confianza para aplicar el programa, y si no hay confianza, sacaré mis conclusiones”, declaró Letta anoche en una entrevista por televisión.

 

Más temprano, el presidente Napolitano había afirmado que sólo se convocarán elecciones generales como última opción. “La tradición y las obligaciones constitucionales dictan que el presidente de la República disuelve el Parlamento sólo cuando no hay posibilidad de formar una mayoría”, dijo

 

El gran magnate de las comunicaciones que ha dominado la política italiana durante los últimos 20 años, tiene 48 horas por delante para intentar componer su partido, debido a que el viernes se reunirá un comité del Senado que tiene previsto votar por mayoría su expulsión en virtud de la ley Severino.

 

Los seguidores de Berlusconi quieren que el ex primer ministro no sea expulsado del Senado. Pero la excusa de Il Cavaliere para amenazar con abandonar el gobierno es su rechazo al planeado aumento del IVA a 22%.

 

“No podemos apoyar a un gobierno que aumenta la presión fiscal sobre los ciudadanos”, dijo Berlusconi. “Mis vicisitudes personales no tienen nada que ver con esto”, y advirtió que deberían convocarse nuevas elecciones “lo más pronto posible”.

 

El gobierno de Letta, que consiguió mejorar levemente los parámetros económicos en un momento de recesión para Italia, comenzó a tambalear en agosto, cuando el Tribunal Supremo condenó a Berlusconi en forma definitiva e inapelable a cuatro años de cárcel por fraude fiscal. A partir de entonces, Il Cavaliere comenzó a amenazar con retirarle el apoyo, fundamental para su supervivencia, presionando para una solución de su problema personal con la justicia.

 

Letta anunció el viernes pasado que se sometería a un voto de confianza para obligar a Berlusconi a definirse. Y éste, aprovechando el inevitable aumento del IVA -cuyo debate Letta debió suspender debido a la crisis política-, decidió retirar a sus ministros del gobierno.