LONDRES. La inflación en los 17 países de la eurozona volvió a bajar en septiembre por debajo de lo pronosticado, según mostraron el lunes las estadísticas, que podrían animar al Banco Central Europeo (BCE) a reducir nuevamente las tasas de interés si se atasca la recuperación económica en el bloque.

 

Los precios a nivel del consumidor descendieron en septiembre a un ritmo anual del 1.1%, frente al 1.3% el mes anterior, informó Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea. El índice de septiembre fue igualmente el más bajo desde febrero del 2010 y menor a lo pronosticado, ya que el consenso en los mercados era que registraría un declive modesto de 1.2%.

 

Los precios de la energía y los alimentos encabezaron la caída de septiembre, señaló la agencia de estadísticas. Sin embargo, la inflación subyacente —que excluye los alimentos, el alcohol y el tabaco— bajó igualmente un 1% del 1.1% el mes anterior, una prueba adicional de que las fuerzas subyacentes son benignas.

 

“Es una buena noticia para los consumidores de la eurozona, ya que ayuda a su poder adquisitivo y también significa que el BCE puede al menos mantener su política extremadamente adaptable por un período extendido y realmente tiene un amplio panorama para tomar más medidas estimulantes si lo considera necesario”, dijo el economista Howard Archer, de la firma IHS Global Insight.

 

Aunque la inflación seguramente será analizada esta semana en la reunión mensual del BCE, es improbable que impulse la adopción de medidas inmediatas.