BURDEOS. El tribunal de apelaciones de Burdeos confirmó el procesamiento contra el ex presidente Nicolas Sarkozy y de otros 11 imputados por la financiación ilícita de su campaña electoral de 2007 con dinero de la heredera de la empresa L’Oréal, Liliane Bettencour.

 

La Sala de Instrucciones del tribunal rechazó los 12 recursos presentados contra el proceso, de esta manera confirma las acusaciones contra el ex presidente francés, sospechoso de haberse beneficiado de dinero de Liliane Bettencourt para financiar su campaña electoral cuando, según un peritaje médico, la anciana, hoy de 90 años de edad, sufre de senilidad desde septiembre de 2006.

 

Nicolas Huc-More, abogado de la hija de Bettencourt, dijo que la justicia “acaba de anunciar su decisión y valida íntegramente el procedimiento”, después de haber analizado el peritaje médico de Liliane Bettencourt, centro de la causa y en el que se basan gran parte de las inculpaciones del caso, incluyendo la de Sarkozy.

 

El tribunal consideró que, salvo unas escuchas telefónicas a uno de los inculpados y unos interrogatorios a otro, la instrucción no estaba viciada, como pretendían los abogados de los encausados.

 

Los abogados critican en particular que ese peritaje, en el que participaron cinco expertos, lo hubiera llevado a cabo la forense Sophie Gromb, con el argumento de que en tanto que amiga personal del juez Jean-Michel Gentil no fue imparcial en el análisis de la situación mental de la heredera de L’Oréal, que tenía entonces 84 años.

 

La que forzó ese examen psiquiátrico, que se llevó a cabo de imprevisto una mañana sacando de la cama a la anciana, que tiene problemas de audición, fue la hija de Liliane Bettencourt, Françoise, quien estaba peleada con su madre porque veía con malos ojos a muchas personas de su entorno, especialmente al gestor de su fortuna, Patrice de Maistre, y el artista François-Marie Banier.

 

Una vez conocido el dictamen desfavorable de la sala de instrucción del Tribunal de Apelación, los imputados pueden recurrir al Tribunal Supremo, aunque eso no tiene carácter suspensivo, de forma que el instructor puede concluir su trabajo y determinar cuáles de los acusados tendrán que sentarse en el banquillo en un juicio que se celebraría en 2014.

 

Con vistas a esa decisión, la Fiscalía había pedido el pasado mes de junio que se archivaran las acusaciones contra seis de ellos, en particular contra Sarkozy contra el ex ministro Eric Woert, que era el tesorero de su campaña en 2007, la que presuntamente financió de forma irregular con dinero obtenido de Bettencourt.

 

Si como publicó el periódico Le Canard Enchaîné el juez siguiera la línea del Ministerio Público, Sarkozy se verá obligado a responder de los cargos que se le imputan y se arriesga a una pena de tres años de cárcel, 375 mil euros de multa y cinco años inhabilitación.

 

Al tratarse de alguien sin antecedentes penales, aunque los jueces lo declararan culpable, probablemente dejarían la condena en suspenso, aunque tendría que pagar la multa y no se libraría de pasar cinco años apartado de cualquier cargo público.

 

El anterior jefe de Estado, que ayer pronunció una conferencia en Washington, lleva ya un tiempo nutriendo su agenda con apariciones públicas con una connotación cada vez más abiertamente política, y volverá a hacerlo a finales de la semana en el sur de Francia y en particular en Niza, un gran feudo de su partido la Unión por una Mayoría Popular (UMP).

 

La semana pasada, en un desplazamiento en la Alta Saboya preparado con varios de los fieles que cuentan con que vuelva, y en medio de una nube de cámaras y de periodistas, se negó a entrar en las luchas intestinas de la UMP -“no me proyecto en la lucha interna”- o en las polémicas del día.

 

El abogado de Sarkozy no pudo ser contactado, pero la ex ministra Nadine Morano, allegada del ex presidente, se declaró convencida de que presentaría un recurso en casación para contestar la decisión del tribunal de apelaciones.