Las favelas pacificadas de Río de Janeiro son ahora un nuevo destino turístico, gracias a los atractivos que la presencia policial ha descubierto para cariocas y visitantes, como las vistas al mar o sus restaurantes populares.

 

Desde 2008, el proceso de pacificación de favelas dirigido por el gobierno regional ha retirado a los narcotraficantes de muchas de estas comunidades para llevar unidades de policía, servicios básicos como recogida de basuras y correos, y vastos programas sociales.

 

Muchos residentes han encontrado en el negocio de la restauración un modo de vida y, con ello, la llamada “Ciudad Maravillosa” tiene ahora nuevos locales que ofrecen una sabrosa variedad de comidas, desde especialidades brasileñas a los platos más internacionales.

 

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