El territorio centroamericano se ha convertido en la tierra deseada de las organizaciones del narcotráfico, especialmente de las mexicanas, al tener el control de la zona también tienen el control del trasiego de drogas proveniente de Sudamérica y que tiene como destino México y Estados Unidos.

 

Pero la presencia de los grupos criminales no sólo se ha quedado en su influencia para el traslado de los estupefacientes, sino también, como desde hace años ya sucede en México, buscan otros modos de allegarse recursos para incrementar sus ganancias, la extorsión es una de sus principales acciones.

 

Honduras, Guatemala y El Salvador, son los principales países que sufren este delito, lo que ha llevado a cientos de negocios a cerrar, pues no pueden mantener el pago que les exigen y a la par cumplir con los impuestos gubernamentales.

 

De acuerdo con el diario La Prensa, de Honduras, por cada 100 microempresas que abren 97 cierran en los siguientes 10 meses por el “cobro de derecho de piso”. Mientras que las medianas empresas han logrado superar este problema con la contratación de seguridad privada.

 

Honduras incluso creó una Fiscalía contra Extorsiones, la cual inició con 5 elementos y que creció a 20 debido al aumento en estos delitos.

 

En La Ceiba, la tercera ciudad más grande del país, entre 200 y 250 negocios cerraron, y las extorsiones se extienden de los comercios a las escuelas. De hecho se confirmó el cierre de 15 colegios ante la presión del crimen organizado.

 

Las exigencias de estos grupos delictivos van desde 10 mil a 25 mil lempiras, según el tamaño negocio, incluso se habla de hasta de 50 mil a 100 mil lempiras (de 31 mil pesos a 62 mil pesos mexicanos).

 

En Guatemala el principal sector que se ha visto golpeado por el cobro de “derecho de piso” en Centroamérica es el del transporte. Si bien la organización Grupo de Apoyo Mutuo indicó que las denuncias por extorsión han disminuido, la cifra sigue siendo alta con 2 mil  678.

 

Además, de acuerdo con el diario Siglo 21, de Guatemala, 74 comerciantes y 49 choferes, fueron asesinados por el crimen organizado o por las pandillas por no pagar la “cuota” establecida.

 

El cobro llegó hasta los recolectores de basura, quienes ante las intimidaciones decidieron dejar de operar por unos días, lo que provocó la acumulación de basura en las esquinas de las colonias. Los recolectores debían pagar hasta 25 mil quetzales (casi 40 mil pesos mexicanos).

 

En El Salvador el Consejo Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (Conapes) informó la semana pasada que dos negocios cierran cada semana por el “cobro de derechos” que exigen los grupos criminales, se indicó en el sitio web de la estación de radio 102.9.

 

“El 70% de la micro, pequeña y mediana empresa sufre extorsión, las cantidades varían pero el problema es el mismo, el pánico es el mismo”, dijo Ricardo Sosa vicepresidente de la Conapes.

 

Debido al incremento de dicho delito, el presidente salvadoreño Mauricio Funes creó un grupo especializado para combatir la extorsión, integrado por mil 200 policías y 500 militares, además dijo que la incidencia de homicidios cometidos por pandillas y grupos del crimen organizado habían disminuido, pero no así las extorsiones.

 

Cae en Guatemala narco ligado al cártel de Sinaloa

 

GUATEMALA.- Las fuerzas de seguridad de Guatemala capturaron el martes a Waldemar Lorenzana Cordón, hijo de Waldemar Lorenzana Lima, alias El Patriarca, supuesto líder de un cártel local que opera en el oriente del país y que es considerado aliado del mexicano Cártel de Sinaloa.

 

El ministro guatemalteco del Interior, Mauricio López Bonilla, dijo a los periodistas que Lorenzana Cordón fue detenido durante un operativo realizado por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) en una carretera del oriente del país, en el departamento de Zacapa.

 

“Fue detenido con base en una orden de captura con fines de extradición emitida por un Juez Penal a petición de una corte de los Estados Unidos” que lo reclama por narcotráfico, precisó López Bonilla.

 

Lorenzana Cordón, quien permanecía prófugo de la justicia desde abril de 2011 cuando fue detenido su padre, Lorenzana Lima, y cuya extradición a Estados Unidos fue autorizada en definitiva en julio pasado, trató de huir al percatarse de la presencia de las fuerzas de seguridad.

 

El cártel de Los Lorenzana, como le denominan los medios locales a los miembros de esa familia, según fuentes oficiales, se dedican a traficar drogas desde hace más de 30 años y durante la última década se hicieron socios del cártel mexicano de Sinaloa, el cual es dirigido por el fugitivo Joaquín El Chapo Guzmán.