Los gobernadores priistas Eruviel Ávila, del Estado de México; César Duarte, de Chihuahua; José Francisco Olvera, de Hidalgo, así como el panista Miguel Márquez, de Guanajuato, se pronunciaron en contra de la legalización de la mariguana, mientras que el gobernador de Morelos, el perredista Graco Ramírez, se manifestó a favor como una medida para reducir los niveles de violencia.

 

Desde que el ex presidente Vicente Fox anunció en mayo pasado una propuesta para regular el comercio de la cannabis entre México y EU, el tema ha cobrado relevancia al grado de instalarse mesas de debate y foros sobre las ventajas o perjuicios de su legalización.

 

Este martes, el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, señaló que su administración mantiene la postura de realizar un debate en el que se analicen los diferentes argumentos en torno a la legalización de la mariguana en la capital; “no tenemos miedo a poder tomar alguna determinación, sólo que debe de ser una determinación bien informada”, declaró unas semanas atrás.

 

Por el contrario, algunos de sus colaboradores se han manifestado en contra. El lunes por la tarde, el secretario de Salud capitalino, Armando Ahued Ortega, descalificó a esa droga para su uso medicinal, con el argumento de que en la actualidad existen medicamentos más eficientes.

 

Por su parte, el titular de la Secretaría de Turismo, Miguel Torruco, consideró ayer que la Ciudad de México no se encuentra preparada para la despenalización de la mariguana, tal como ya ocurrió en Holanda, “un país desarrollado y aquí no somos un país desarrollado y siento que sería algo que podría ser nocivo para la salud”.

 

En otro tono, el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo, se pronunció por regular el uso de la mariguana y consideró que sería una torpeza no entrar de lleno al debate.

 

La semana pasada, ex secretarios federales como Fernando Gómez Mont, Jorge Castañeda y Pedro Aspe, expresaron su respaldo a una eventual legalización de las drogas. Su argumento es no existen pruebas de que el consumo tenga mayores impactos que el alcohol o el cigarro, o que la legalización reducirá su precio y en consecuencia disminuyan las utilidades extraordinarias que deja el comercio ilegal de la droga.

 

El ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, consideró que el riesgo de volverse adicto a la hierba es menor que con el alcohol o el cigarro.

 

En mayo, la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentó un informe en el cual argumentó que la despenalización del consumo de drogas como la mariguana debería ser considerada como parte de las estrategias para confrontar los problemas en torno a ella.

 

“Las medidas restrictivas de libertad son antagónicas de este enfoque y sólo deberían usarse cuando esté en riesgo la vida del adicto o cuando su conducta constituya un riesgo para la sociedad”, precisó el organismo en un documento.