Luego de que Miguel Ángel Treviño Morales, alias el “Z-40”, tramitara cuatro amparos ante presuntos actos de tortura, incomunicación, maltratos y “azotes” por parte de autoridades durante su detención y estancia en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), un actuario adscrito al Poder Judicial de la Federación certificó que el presunto narcotraficante no ha sido objeto de tales acciones como pretendió hacer valer el líder de Los Zetas.

 

El informe del actuario, que acudió a las instalaciones de la SEIDO por orden de la juez federal Leticia Robledo Magaña, como establece el protocolo, señala que el capo no se encuentra detenido bajo condiciones irregulares, por lo que los amparos que promovió podrían ser desechados al no tener sustento para que procedan.

 

Tras su captura el pasado lunes en Nuevo Laredo, Treviño Morales solicitó cuatro amparos ante presuntos actos de tortura, incomunicación, maltratos y “azotes” a los que presuntamente fue sujeto durante su detención.

 

Uno de ellos le fue concedido, dos se encuentran en trámites y el cuarto fue desechado porque no se ratificó.

 

Los cuatro juicios fueron promovidos ante el Juzgado Primero de Distrito de Amparo en Materia Penal en contra de la Procuraduría General de la República (PGR), y la SEIDO. En ninguno de ellos se determina la suspensión provisional de los actos judiciales en contra del Z-40, pues no tienen efectos.

 

Las peticiones presentadas el 16 de julio quedaron radicadas en los expedientes 715, 716,717 y 722/2013 del referido juzgado con sede en el Distrito Federal, por presuntas violaciones a sus garantías al momento de su detención.

 

En uno de los amparos, Treviño Morales solicita la protección de la justicia federal al considerar que hubo una detención ilegal en la cual lo incomunicaron y retuvieron por varias horas sin derecho a un abogado, además de que durante ese lapso recibió golpes y azotes.

 

“…la ilegal orden de detención, incomunicación, internación y su retención, golpes, azotes y toda clase de maltratos”, dice la petición del juicio 716/2013, que está sujeta a revisión.

 

En cuanto al amparo 722/2013 este le fue negado por el juez al no haber presentado la solicitud completa y haber ratificado los hechos demandados.