El ex presidente egipcio Mohamed Mursi, quien se viera obligado a dimitir por el Ejército de este país el pasado miércoles, se halla “en un lugar seguro” y por el momento no se retienen cargos contra él, aseguró un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores egipcio, Badr Abdelaty.

 

“Mursi se encuentra en un lugar seguro por su propio bien y es tratado con dignidad. (…). Por el momento no es objeto de ningún procesamiento” penal, declaró Abdelaty a los periodistas una semana después de que los militares destituyesen al presidente islamista.

 

En tanto, la Fiscalía egipcia ordenó hoy la detención del líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, por instigar a la violencia frente a la sede de la Guardia Republicana, donde el pasado lunes murieron al menos 51 personas, en su mayoría islamistas.

 

Según la agencia estatal de noticias Mena, la Fiscalía ordenó el arresto de Badía y otros nueve dirigentes de los Hermanos Musulmanes y de su grupo aliado Gama Islamiya por instigar a “la violencia, los asesinatos y los enfrentamientos sangrientos” en ese suceso.

 

Los Hermanos Musulmanes, sin embargo, acusan a las fuerzas del orden de disparar a manifestantes pacíficos que rezaban ante la sede de la Guardia Republicana, mientras el Ejército y el Ministerio de Interior afirman que sus hombres se limitaron a responder a un ataque armado contra el cuartel.