NICOSIA. El impuesto a los poseedores de depósitos superiores a los 100 mil euros podría ser del 40% según el ministro de Finanzas de Chipre, Michalis Sarris.

 

La agencia Fitch puso en situación de bancarrota al Banco Popular (Laiki) y de quiebra limitada al Banco de Chipre, además de mantener la perspectiva negativa para el tercer banco chipriota, el Banco Heleno (Hellenic Bank).

 

Con los bancos cerrados por undécimo día consecutivo, los chipriotas se preguntaron si la reestructuración de la banca y los depósitos permitirá sobrevivir a sus empresas. “Cien mil euros puede ser una cantidad grande para una sola persona, pero para una empresa, es normal tenerlos en un banco, para poder gestionar su negocio”, se quejaba Nikos Omiros, propietario de un pequeño supermercado.

 

Irini y Kristal, de 19 años, explicaron que, “por culpa de la troika y del Gobierno, que ha aceptado sus exigencias”, temen por su futuro, ya que no saben si cuando terminen sus estudios podrán optar a un puesto de trabajo o si tendrán dinero después de la quita parcial de depósitos.

 

Ayer, los mercados periféricos europeos cayeron por la incertidumbre que sigue despertando el rescate de Chipre, y la posibilidad de que los grandes ahorradores puedan sufrir pérdidas para financiar las futuras ayudas a la banca.

 

Esa eventualidad causaron el desplome en algunos mercados periféricos europeos como el de Atenas, donde la bolsa cerró con una caída del 4.90%. El mercado español perdió el 1.84%; Italia, el 0.95% y Portugal, el 1.51%.


Por su parte, el Consejo de Administración del Banco de Chipre, no aceptó la dimisión presentada por su presidente, Andreas Artemi, y otros cuatro miembros de la dirección de esta entidad financiera.

 

En un comunicado, el Consejo de Administración, formado por 14 miembros, explicó que rechaza la petición de los directivos y añade que “con base a la escritura pública de constitución de la empresa las dimisiones solo tendrán efecto si no se retiran en el plazo de una semana”.

 

Artemi y los otros cuatro miembros del Consejo presentaron ayer su dimisión ante los restantes miembros de la dirección del banco, en protesta por el modo en que se está llevando a cabo su reestructuración.

 

De acuerdo a los medios locales, Artemi no estaba de acuerdo con que su banco asumiera las deudas que el Banco Popular (Laiki Bank) tiene con el mecanismo de liquidez del Banco Central Europeo, por valor de 9 mil 200 millones de euros, algo que se acordó en la reunión del Eurogrupo del lunes.