José Méndez Fabre, presidente de la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), aseguró que desde hace dos años plantearon al gobierno listar a las paraestatales en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), particularmente al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y a Petróleos Mexicanos (Pemex).

“Es necesario dejar planteado en la reforma energética la carretera para que Pemex vaya a la Bolsa, porque no se hace de un día a otro. Por ejemplo, en este momento el Aeropuerto de la Ciudad de México sí podría salir al mercado bursátil en un periodo de seis meses, pues tiene todo listo”, explicó a 24 HORAS.

 

La transformación de Pemex será en un modelo similar a la brasileña Petrobras, la cual se abrió a la competencia privada, pero debe pasar primero por importantes cambios estructurales, señaló Luis Videgaray, secretario de Hacienda y de Crédito Público (SHCP), el año pasado en entrevista con la revista británica The Economist.

 

Petrobras perdió su monopolio en 1997 e hizo la oferta de acciones más grande del mundo en 2010.

 

“Tenemos todo para que México sea un líder en la revolución energética global, pero si seguimos anclados por barreras de carácter político e ideológico, mientras se acentúa la subinversión de años y la renta petrolera se agota a cambio de gasto corriente, sólo veremos pasar de largo la gran oportunidad”, advirtió por su parte Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

 

El empresario citó casos de éxito de la industria petrolera como Brasil, Noruega o Colombia, por lo cual se necesita una reforma energética profunda y no acotada por mitos y dogmas anacrónicos, que suelen utilizarse para confundir y mentir.

 

“No basta con cambios administrativos o a medias; no lo permite la situación financiera de Pemex, con su deuda, sus pasivos laborales y pérdidas, cuando todas las otras grandes petroleras están entre las empresas de mayor crecimiento en utilidades y proyectos de inversión en el mundo”, agregó Gutiérrez Candiani.

 

“El modelo de llevar a Bolsa empresas públicas ya se vio con las petroleras Petrobras, en Brasil; Ecopetrol, en Colombia, así como Statoil, en Noruega”, afirmó José Méndez Fabre.

 

Las petroleras eran muy pequeñas antes de llegar al mercado de valores, pero después lograron convertirse en compañías eficientes, transparentes, modernas y con una alta rentabilidad, añadió.

 

“Las paraestatales se mexicanizarán, porque sólo colocarán el mercado entre 20% y 40% de las acciones”, manifestó el también director general de Casa de Bolsa Finamex.

 

Agregó que el Estado no perderá el control, la soberanía ni la gestoría de sus empresas que vayan a colocar en la BMV.

 

“La colocación en Bolsa les permitirá a las empresas de gobierno levantar capitales de las afores, de los sindicatos, de los empleados y del público inversionista interesado”, dijo.

 

El cabildeo por llevar al AICM al mercado de valores se detuvo en 2012, debido a que se terminó el sexenio del presidente Felipe Calderón. Sin embargo, si se agiliza el proceso es muy probable que este año se convierta en la primera empresa gubernamental colocada en la BMV, señaló el representante de las principales casas de bolsa.

 

—¿Cuántas empresas públicas reúnen las condiciones para llegar a la BMV?—, se le cuestionó al presidente de AMIB.

 

—No tengo el número preciso, porque puede ser la colocación de Pemex, pero la puedes dividir en otras cinco empresas. Sin embargo, puedes colocar puertos, ferrocarriles, aeropuertos. No hay límites, porque países como India tienen a más de 250 empresas del gobierno colocadas en su mercado de valores.

 

—¿Cuánto crecerá el país con las empresas en Bolsa?

 

—No sé, porque colocar una sola empresa es poco. Si en el proceso se colocan aeropuertos, empresas eléctricas, parte de Pemex, pues la contribución es muy importante para el crecimiento de México.

 

—¿Una paraestatal colocada en Bolsa tendrá mayor rentabilidad?

 

—Sin duda. Lo que se refleja es que son más productivas, eficientes, y las que hemos visto en empresas públicas manejadas por los gobiernos como Statoil, que es de las más rentables y no es una empresa privada, sino es una pública y cotiza en Bolsa.

 

—¿Se desaprovecha el esquema bursátil?

 

—No se ha explotado, lo importante es explorar el vehículo para hacerlas más eficientes y que tengan mayor rentabilidad y ganancias. En caso de que se logre, esos recursos se irán a los dueños, es decir, si el gobierno es propietario de 70%, tendrán más dinero, y si los otros son empleados, obreros, sindicato, inversionistas -afores- también recibirán su parte. Es un esquema de ganar-ganar.