BERLÍN. El presidente francés, François Hollande, recordó en Berlín que el peso fundamental de la intervención en Mali corresponde al contingente formado por los países africanos, no a Francia, por mucho que su ejército asumiera de entrada la ofensiva.

 

“Francia asumió la iniciativa, en tanto que teníamos tropas a disposición en la zona, pero corresponderá a los países africanos la función de estabilizar la situación”, indicó el presidente francés en una comparecencia junto a la canciller Angela Merkel, a la que agradeció el apoyo logístico de su Gobierno.

 

Es una misión militar difícil, “que Francia ejecuta para todos nosotros”, dijo Merkel, mientras Hollande insistía en el compromiso de “apoyo logístico” expresado por la mayoría de sus socios europeos.

 

El Presidente francés expresó repetidamente su reconocimiento a la canciller por la “pronta concreción” del apoyo logístico alemán -dos aviones de transporte Transall-, que llegaron a Bamako el pasado fin de semana y cuyo cometido es trasladar a las tropas africanas desde los países vecinos hasta la capital de Mali.

 

Asimismo, dijo que tras la ofensiva lanzada por las tropas francesas ha entrado ya en acción el ejército de Mali y conjuntamente están luchando para recuperar el control sobre todo el territorio del país.

 

La contribución alemana a la operación ha sido recibida con críticas en Alemania, tanto de la oposición como de las propias filas de la canciller, por considerarse insuficiente ante su principal socio europeo.

 

Las autoridades malienses continuaban a la espera de la llegada del principal contingente de las tropas africanas de la misión de apoyo a Mali (AFISMA), de deben unirse a la operación franco-maliense “Cerval”, para recuperar las provincias septentrionales, en manos de rebeldes salafistas.

 

Hasta el momento, solo 300 de los tres mil 300 soldados que se espera integren la AFISMA han llegado a Bamako, procedentes de Benin, Nigeria, Senegal y Togo, principalmente, informó la oficina de prensa del Ejercito de Mali.

 

Finalmente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, respaldó la operación militar francesa en Mali, pero recalcó que los progresos militares frente a los extremistas deben ir acompañados por pasos políticos para restaurar el orden constitucional en el país.

 

“Aplaudo a Francia por su decisión valiente de desplegar tropas” ante la “grave amenaza” que sufría Mali por parte de “insurgentes extremistas”, afirmó Ban en su primera conferencia de prensa del año en la sede de la organización. EFE

 

Los salafistas siembran a su paso la Sharía

ARGEL. Al Qaeda y su nebulosa de grupos salafistas han recrudecido en lo que va de año su actividad terrorista en un arco territorial que abarcó desde la zona del Sahel africano a Oriente Medio y Asia en su “cruzada” por imponer un sistema de gobierno regido por la Sharía.

 

Veteranos terroristas ataviados con turbantes a la usanza medieval reactivaron su lucha por imponer su cruel interpretación de la ley islámica en las arenas del Sahel y del Sáhara.

 

Los salafistas de “Los que firman con sangre”, liderados por el argelino Mojtar Belmojtar, de 40 años, “hermanos” de Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI), del argelino Abdelmalek Doukdal, de 41 años, protagonizaron el pasado fin de semana el secuestro de la planta gasística de In Amenas, en Argelia.

 

Mientras que los malienses “Ansar al Din”, dirigidos por el tuareg Iyad ag Ghali, de 59 años, contaron con ayuda del Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO) en la guerra contra el Ejército de Mali, apoyado por Francia.

 

En Oriente Medio la dirigencia salafista prosiguió con sus frentes en Irak, Yemen y Siria. En ese último país fue elegido en diciembre pasado el jordano Mustafá Abdelatif Saleh, de 38 años, para liderar “Al Nusra”, incluido por Estados Unidos entre los grupos terroristas.

 

El principal combate de los salafistas, que utilizan los castigos corporales para aterrorizar, tuvo la última semana como escenario Mali, donde continúan sus combates por el control de este país de 1.2 millones de kilómetros cuadrados en pleno corazón sahelo-sahariano.

 

Los “Firmantes con Sangre” adujeron que la ofensiva, dirigida por Belmojtar desde un lugar secreto era “una campaña mundial del combate contra los judíos y los cruzados” y en apoyo de sus correligionarios en Mali.

 

Según un responsable castrense, la llegada de esos terroristas podría explicar el reciente aumento de la actividad del grupo integrista islámico nigeriano Boko Haram, que significa “la educación occidental es pecado” en el idioma local nigeriano hausa y cuyo “líder más visible”, según Estados Unidos, es Abubakar Shekau.

 

En Somalia, el 12 de enero, el militar galo Denis Allex, secuestrado en Somalia desde 2009, así como dos soldados franceses y “17 terroristas” resultaron muertos en una operación emprendida para liberar al rehén.