PARÍS. Las tropas francesas y malienses entraron ayer en las ciudades de Diabali y Douentza, que habían sido conquistadas días atrás por los grupos integristas que controlan el norte de Mali, informó el Ministerio de Defensa galo.

 

En un comunicado, el ministerio explicó que para hacerse con esas ciudades, situadas respectivamente a unos 400 y 800 kilómetros al noreste de la capital, Bamako, “los militares malienses fueron apoyados por las tropas francesas”.

 

Un periodista de la cadena de televisión “France 2” explicó desde Diabali que las tropas francesas habían tardado cuatro horas en recorrer el centenar de kilómetros que separan Niono, de donde habían salido de madrugada, y Diabali.

 

El reportero indicó que la inquietud de los militares era la situación en los alrededores de la ciudad, ya que se temía que hubieran quedado grupos de rebeldes escondidos.

 

“France 2” mostró también imágenes de unos edificios de Tombuctú que dijo que habían sido bombardeados el domingo por aviones franceses porque se sospechaba que podían albergar un centro de mando de los grupos integristas que controlan la región. La televisión indicó que se desconocía si se habían producido víctimas.

 

El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, subrayó que “este avance del Ejército maliense en ciudades que estaban controladas por sus enemigos constituye un éxito militar indudable para el Gobierno de Bamako y para las fuerzas francesas, que intervienen en apoyo en esas operaciones”.

 

Le Drian reafirmó su “total confianza” en los militares franceses y recordó que su misión es “restablecer la soberanía de Mali en su territorio y conjurar el riesgo de que se constituya un santuario terrorista en el corazón de África”.

 

El Ministerio de Defensa detalló, por otra parte, la decena de países que prestan ayuda para el despliegue de la misión francesa y africana en Mali, esencialmente con aviones de transporte.

 

Por otra parte, el presidente egipcio, Mohamed Mursi, rechazó la intervención militar francesa en Mali: “Estamos en contra de la intervención militar en Mali porque va a ampliar el conflicto sangriento en el centro de África”, dijo el mandatario egipcio.

 

Mursi advirtió, además, de que se corre el peligro de que el centro de África quede aislado del norte por este conflicto. EFE

 

El ataque en Aregelia, tardó dos meses en prepararse

 

ARGEL. El primer ministro argelino, Abdelmalek Selal, afirmó que “Argelia fue blanco de una agresión terrorista perpetrada por mercenarios”, en alusión al asalto salafista de la planta de gas de In Amenas, que concluyó el pasado sábado con la intervención del Ejército y la muerte de 38 trabajadores.

 

Según el balance oficial de víctimas mortales, en el ataque terrorista contra la planta de In Amenas, a mil 500 kilómetros al sur de Argel murieron 37 extranjeros de ocho países y un argelino.

 

En su primera comparecencia ante la prensa desde el estallido de la crisis, el pasado miércoles, cuando la planta gasística fue asaltada por los salafistas, Selal se limitó a señalar que siete de los fallecidos aún no han sido formalmente identificados e indicó que todavía hay cinco extranjeros desaparecidos.

 

Reveló que el grupo de asaltantes estaba compuesto por 32 individuos, 29 de los cuales murieron y tres fueron capturados vivos. También explicó que once de los terroristas eran tunecinos, tres argelinos, dos canadienses y el resto, egipcios, mauritanos, malienses y nigerinos.

 

Selal declaró que este grupo, que se autodenominaba “Los que firman con sangre” y que estaba dirigido por el terrorista argelino Mojtar Belmojtar (quien al parecer no participó directamente en el asalto), llevaba preparando la acción desde hacía dos meses y tenía un plano detallado del complejo gasístico, así como armamento pesado y sofisticado.

 

“Las unidades de élite del Ejército rodearon la zona muy rápido. Se trataba, sobre todo de salvar el máximo de vidas y después de preservar el lugar. Puedo afirmar hoy que el segundo objetivo de los terroristas era volar el complejo ya que disponían de cinco misiles con sus rampas de lanzamiento que habían orientado hacia la fábrica”, explicó. EFE