De los 52 millones de mexicanos en situación de pobreza, alrededor de ocho millones no tienen acceso a programas sociales como Oportunidades o a cualquier otro apoyo económico de carácter social.

 

Durante la conferencia Política social, prosperidad y equidad social en el Foro México 2013, los panelistas coincidieron en que en México existe una gran condición de desigualdad, incluso entre los más pobres.

 

En el programa del evento, organizado por el Banco de Interamericano de Desarrollo (BID), estaba programada la participación de la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien no asistió por encontrarse de gira de trabajo con el presidente Enrique Peña Nieto, por el estado de Zacatecas.

 

En representación de Robles Berlanga, Javier Guerrero García, subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio de la Sedesol reconoció que la población sin ayuda social es una de las prioridades de la administración entrante.

 

“Nuestro reto es pasar de las transferencias y los apoyos a un modelo que nos permita que dar la primera atención y que después podamos involucrar a esta población, en condiciones de vulnerabilidad, a la actividad productiva al empleo, a la autosuficiencia”, dijo en entrevista posterior a su intervención.

 

Durante la conferencia, los participantes coincidieron en que los programas sociales han funcionado, pero también han generado desigualdades sociales, entre los ricos y pobres, así como entre los más pobres.

 

Stephano Scarpetta, director adjunto de asuntos sociales y empleo de la OCDE, señaló que en México, los ricos son 27 veces más ricos que los pobres, una diferencia abismal entre los países miembros de la organización.

 

Por su parte, Pablo Yanes, jefe de la unidad de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), aseguró que México no es un país pobre, pero es un país con muchos pobres, pues existe una brecha de bienestar económico muy amplia.

 

Así mismo, Ferdinando Regalia, jefe de la Unidad de Protección Social y Salud del BID, recordó que 11 millones de mexicanos en situación de pobreza (20%) no reciben ayuda del Estado, aunque Guerrero García rectificó que sólo son ocho millones.

 

El subsecretario de la Sedesol recordó que el gobierno de Enrique Peña Nieto tiene el propósito de atender las carencias sociales más importantes: seguridad social, vivienda, salud, alimentación y educación.

 

Sin embargo, los programas no serán asistencialistas. “El enfoque asistencialista es aquella distorsión de programas de la polótica social que siendo temporales se vuelven permanentes, se reciclan, se reproducen sin tener un propósito o impacto definido”, detalló.