WASHINGTON. El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano John Boehner, instó al presidente Barack Obama a que “lidere” en las negociaciones de un pacto fiscal, en vez de “echar culpas” a su partido por la falta de avances.

 

Boehner respondió así a las declaraciones que hizo Obama durante una entrevista difundida hoy por el programa “Meet the Press” de la cadena televisiva NBC, en la que culpó a los republicanos por el estancamiento en las negociaciones en el Capitolio y sugirió que estos solo velan por los intereses de los más ricos.

 

“Los estadounidenses eligieron al presidente Obama para que lidere, no para que eche culpas. Los comentarios  del presidente son irónicos, ya que un tema recurrente en nuestras negociaciones es su falta de voluntad de aceptar cualquier cosa que le exija enfrentarse a su propio partido”, dijo Boehner en una declaración escrita.

 

El “abismo fiscal” que amenaza a EU se refiere a una volátil combinación de una subida de impuestos y masivos recortes al gasto público que, de no lograrse un acuerdo en el Congreso, entraría en vigor a partir del 1 de enero próximo y que, según los expertos, podría sumir al país en una nueva recesión en 2013.

 

“Los recortes y reformas necesarios que el presidente aceptó el año pasado ya no están sobre la mesa, porque él citó la incapacidad de venderlos a los demócratas”, señaló el líder republicano.

 

El legislador de Ohio defendió las propuestas de su partido para reducir el déficit y se quejó de que Obama insiste en un paquete de mayores impuestos “que destruirían empleos”.

 

“Hemos sido razonables y responsables. El presidente es el que jamás ha podido llegar a decir ‘sí'” a esas propuestas, observó Boehner.

 

En ese sentido, agregó que la Cámara baja ha aprobado medidas para evitar el “abismo fiscal” el martes próximo pero Obama no le ha pedido a los demócratas que controlan el Senado que las apruebe.

 

Los recortes tributarios instituidos durante la Presidencia de George W. Bush (2001-2009) vencen mañana y, ante la falta de un pacto fiscal que los prorrogue, la mayoría de los estadounidenses afrontarían un aumento de impuestos el próximo año.