Se ha dicho que la obra de arte es una manifestación de superestructura. Algún filósofo ha dicho que es el banquete de la civilización; otro filósofo ha dicho que es el esplendor de la verdad, el de más allá, que es el esplendor del bien.

 

En realidad puede ser todo esto, no hay inconveniente, depende de la opinión de cada uno; pero, lo que es en realidad es: un agente. La obra de arte es un agente, capaz de producir determinados fenómenos fisiológicos perfectamente precisos, osea, secreciones glandulares, notablemente de la glándula suprarrenal, que proporciona al organismo humano elementos tan necesarios para la vida humana como pueden ser los elementos que el aparato digestivo extrae de lo que se ingiere por el fenómeno de la ingesttión; de manera que en realidad el arte es una necesidad vital para el ser humano. Ahora bien, si el arte es una actividad esencial para la vida del hombre, ¿cuál es el papel del artista? El papel del artista en la sociedad, biológicamente, es un papel de nutridor, de proporcionador de alimento; así como el campesino proporciona alimento para el aparato digestivo, y lo proporciona el ganadero, y lo proporciona el agricultor; el artista proporciona alimento para el sistema nervioso.

 

En consecuencia el artista es un humilde obrero, y su humildad le da la misma grandeza -grandeza esencial- que al campesino, que al agricultor, que al químico, que al médico. Es un obrero esencial en el organismo social, no es un obrero de adorno. El carácter de adorno, el carácter de postre al banquete de la civilización que se le ha querido dar al arte proviene del interés que tienen las clases, individuos, o grupos explotadores de las mayorías trabajadoras, de hacer parecer el arte como algo que no les es tangible, como algo que depende únicamente del rico, del poseedor de riquezas, único capaz de entenderlo, único capaz de pagarlo, de comprarlo; y provocar en la masa una actitud de admiración hacia lo que ella no puede alcanzar. En realidad el arte, puesto que es una actividad esencial para la vida humana, no puede ser ni es privilegio de unos cuantos.