De julio a la fecha han sido detenidos 80 presuntos zetas en Nuevo León, de los cuales seis han sido identificados como jefes de las Plazas de Escobedo, García, de Sabinas, Monterrey y Cadereyta.

 

Las capturas han sido por parte de elementos del Ejército, la Marina, Policía Federal y la Agencia Estatal de Investigación. Destacan por número de capturas la Sedena y la policía estatal.

 

Según las autoridades locales, los seis jefes zetas controlaban las rutas para el contrabando y comercialización de drogas y las extorsiones en una de las cinco entidades más violentas del país en el presente año. Además, son autores materiales de multiejecuciones, como la de 49 hombres hallados en mayo pasado en Cadereyta.

 

El último de los presuntos jefes capturados, el lunes, fue Javier Díaz Salinas, El Chipiturco, quien controlaba las plazas de Escobedo y García, para esa organización criminal.

 

Y aunque Iván Velázquez Caballero, El Talibán, tenía mayor control en plazas como Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Guanajuato y Coahuila, hace una semana fue presentado por la Marina como jefe de la plaza de Los Zetas en Monterrey.

 

Velázquez Caballero había sido identificado en la estructura de lo que fue el brazo armado del Cártel del Golfo como el tercer líder, después de Miguel Treviño Morales, Z-40, y de Heriberto Lazcano, El Lazca.

 

Los jefes

 

José Ricardo Barajas López fue presentado el pasado 3 de agosto tras ser capturado en el municipio de Santa Catarina, acusado de ser el autor material de la matanza de 49 hombres, cuyos troncos fueron arrojados en Cadereyta.

 

El pasado 1 de agosto fue presentado Juan Francisco Arguello Pastrana, luego de ser recapturado porque se fugó del penal de Apodaca, que se registró el 19 de febrero de este año.

 

El 30 de julio fue presentado como jefe de Sabinas Hidalgo, Guadalupe Reyna Cuevas, quien está acusado de haber ejecutado a seis de sus rivales.

 

Cinco días antes de esa fecha, fue presentado el líder zeta de menor edad en ese periodo, a quien sólo se le identificó como La Chabela, un joven de 18 años, señalado de controlar la plaza de Cadereyta en disputa entre este grupo y el Cártel del Golfo.

 

El resto de los presentados por ambos niveles de gobierno, están acusados de ser presuntos sicarios, extorsionadores y secuestradores de esa organización.