WASHINGTON. El crecimiento en Latinoamérica se desacelerará este año en línea con la tendencia global y quedará situado en el 3 %, y la taasa de desempleo se mantiene en 6.5 % uno de sus mínimos históricos en la última década, afirmó hoy el Banco Mundial (BM).

 

La nueva proyección representa una contracción de un punto porcentual frente a 2011 y de tres puntos porcentuales en comparación al dato de 2010, indicó hoy en conferencia Augusto de la Torre, economista jefe del BM para la región, quien señaló que Brasil y Argentina serán los principales lastres.

 

De la Torre, quien presentó hoy el informe semestral para la región, destacó que se trata de una caída “muy similar” a la que han experimentado el resto de regiones emergentes desde 2010 y que ronda también los tres puntos porcentuales.

 

El economista del Banco Mundial hizo hincapié en la desaceleración, que calificó de ‘bastante pronunciada’, en Brasil y Argentina, dos de las mayores economías latinoamericanas, lo que lastra el promedio regional.

 

En el otro extremo de la balanza están países como México, que se recupera con fuerza y que ha logrado que sus emisiones de bonos sean atractivas en el contexto internacional, superando incluso a los bonos europeos, dijo De la Torre.

 

Otros países con un crecimiento por encima de la media son Uruguay, Bolivia y Chile, que avanzarán a un ritmo de en torno al 4 %.

 

A la cabeza del pelotón se situarán Perú, con un crecimiento previsto del 6 % y Panamá, con un 8 % o quizás más, según las proyecciones que baraja el BM.

 

“Registran tasas de crecimiento casi asiáticas”, dijo De la Torre en referencia a Perú y Panamá.

 

El organismo prevé, por lo demás, que la región crezca a un ritmo promedio del 4 % en 2013.

 

Entre las tendencias que destaca el informe está también la de la desigualdad en los ingresos de los hogares, que cae en Latinoamérica a pesar de estar subiendo en Europa, EE.UU., China y el resto del mundo, lo que la convierte en una “región muy especial”.

 

De la Torre vinculó el fenómeno principalmente a la caída en la desigualdad de los salarios y a las bajas tasas de inflación.

 

El economista destacó como un cambio ‘tremendamente importante el incremento en la educación de los trabajadores latinoamericanos, que tienen en términos medios tres años más de educación que en la década de los 90.