La división política anunciada este domingo por parte de Andrés Manuel López Obrador y el PRD,  tiene un sabor agridulce para este partido; por una parte pierde a su político más popular pero gana una oportunidad de convertirse en una agrupación moderada que podría ampliar su atractivo y, con el tiempo, llegar al poder.

 

De acuerdo a un artículo publicado por El Wall Street Journal, “una izquierda dividida podría darle un impulso al gobierno entrante del presidente electo Enrique Peña Nieto, del ex gobernante Partido Revolucionario Institucional, o PRI. La izquierda es considerada la principal fuerza de oposición en los próximos años, luego de que la fuerza conservadora al frente del gobierno, el Partido de Acción Nacional, o PAN, colapsara en las elecciones de este año y se ubicara en un distante tercer lugar”, dice el diario estadounidense.

 

“En el corto plazo, será más fácil para el PRI aprobar leyes en el Congreso. Y en el largo plazo, la izquierda tendrá imposible ganar la presidencia con dos candidatos diferentes”, cita.