El Desierto de los Leones, una de las principales reservas naturales de la Ciudad de México se encuentra amenazado por constantes conflictos sociales por el límite de tierras y la depredación de los bosques para la edificación de viviendas residenciales.

 

La disputa territorial entre las delegaciones Álvaro Obregón y Cuajimalpa datan de hace más de un siglo pero resurgen cada cierto tiempo. El fin de semana pasado reapareció el tema en el contexto del conflicto que mantienen tres grupos antagónicos al interior de la comunidad de San Mateo Tlaltenango, en esta última demarcación.

 

En entrevista para 24 HORAS, Santos Melchor Serrano, representante de la Comisión de Recursos Naturales (Corena) de la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal, dijo que el sábado 1 de septiembre personal de la Policía capitalina intervino para evitar una trifulca entre dos de los grupos que intentaban cobrar cada uno la entrada a la reserva ecológica.

 

Un día antes, el viernes el parque fue cerrado por habitantes de Santa Rosa Xochiac, de la delegación Álvaro Obregón, ante el conflicto por límite de tierras con sus vecinos de Cuajimalpa.

 

La inconformidad de los vecinos de Santa Rosa se mantiene no obstante que en 1981 una resolución presidencial publicada en el Diario Oficial estableció que 80% del parque se encontraba en los terrenos comunales de San Mateo Tlaltenango, ubicado en Cuajimalpa.

 

Incluso, el 17 de agosto de 2007, la magistrada del Tribunal Unitario Agrario de la capital del país, Ramona Garibay, entregó a través de la resolución 418/2007 la “guardia y custodia” del parque al gobierno capitalino al no solucionarse el conflicto.

 

Sin embargo, en noviembre de 2011 se regresó la administración del lugar a los pobladores de San Mateo Tlaltenango, quienes interpusieron un recurso legal por el descuido del parque por parte de las autoridades de la capital.

 

María, una mujer de más de 50 años, declaró que el cierre del parque y los conflictos entre ambos pueblos afectan a los comerciantes que como ella acuden todos los días al lugar.

 

Aceptó que la mayoría de los vendedores son ajenos a la comunidad, “venimos de otras partes del Distrito”, pero aseguró que cuentan con el respaldado de la Asociación de Comerciantes del Desierto de Los Leones.

 

BOSQUES AMENAZADOS

 

De acuerdo con Ricardo García Osorio, asesor legal de uno de los grupos antagónicos de San Mateo Tlaltenango, conformado por 149 comuneros agrarios, otro de los problemas en la comunidad es la venta de terrenos y depredación del bosque para construir residencias en la zona ecológica.

 

Esta reserva ecológica fue decretada en 1917 como Parque Nacional Desierto de los Leones. Tenía asignada una superficie de mil 866 hectáreas, pero debido a incendios forestales y depredación del lugar para construcción de viviendas se redujo a mil 529 hectáreas, según un aviso de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el 5 de junio de 2006.