Al hacer una búsqueda en internet, con el término “Community Manager”, como la primera liga -patrocinada- me encontré con una invitación a hacer una maestría como Community Manager con la promesa de convertirme en “Todo un profesional de las redes sociales”.

 

Resulta interesante la influencia que han logrado estas plataformas en tan poco tiempo, al nivel de que instituciones de prestigio (como socio académico del resultado anteriormente mencionado, está la Universidad de Barcelona, por ejemplo), han visto valor en la creación de un programa académico de postgrado.

 

Y no es para menos. Hoy las redes sociales ocupan el primer lugar dentro de las preferencias de los usuarios de internet. Dos de las plataformas más utilizadas, y que caen dentro de la categoría mencionada, YouTube y Facebook, alcanzan a más de 70% y 80% de la audiencia de internet en México, respectivamente, de acuerdo con datos de la empresa de medición de tráfico ComsCore.

 

Por otro lado, resulta interesante ver que se lleva incluso a nivel académico el estudio de una actividad que data desde inicios de la civilización y que es bien estudiada por la Sociología o la Antropología: el comportamiento del ser humano en su actuar colectivo.

 

Porque lo que ocurre en las redes sociales no es más que una manifestación de algo que como seres humanos hacemos de manera instintiva; conocer gente, relacionarnos en grupos, querer ser parte de algo, agregar a nuestra imagen un toque propio de identidad denotado por nuestros pensamientos, vestimenta, actitud, etc.

 

La única diferencia es que esta actividad ahora se lleva a cabo a través de plataformas tecnológicas en las que no se requiere asistir a un lugar público para llevar a cabo actividades sociales. Bastan unos clics para trasladar una más de nuestras actividades de la vida real a la vida virtual.

 

Entonces vuelve la pregunta, ¿necesito realmente un Community Manager? Y completando la pregunta, ¿Necesito un Community Manager para conectar con esas nuevas audiencias, y por ende, hacer crecer un negocio?

 

Antes de responder esto, creo que vale la pena entender que es importante ser parte de las conversaciones de la gente, y hoy, buena parte de ellas, sobre todo en audiencias jóvenes, se dan en las redes sociales.

 

Entendiendo que la presencia en redes sociales se vuelve muy importante para una marca es igual de importante entender que lo primordial para ser exitoso en este “nuevo” entorno es la capacidad que una marca tenga para conectar emocionalmente con la audiencia, y para eso, se necesita mucho más que un Community Manager.

 

Si como Community Manager nos quedamos con los falsos paradigmas de que este debe ser una persona menor de 25 años, que entienda el lenguaje de los usuarios de redes sociales, o bien, que los expertos en la materia están ubicados en especies de incubadoras expertas (léase agencias digitales), creo que estaremos a medias en la ejecución de una estrategia social efectiva. Si por el contrario, entendemos al Community Manager con un conocimiento de marca más sólido, experto en estrategias de comunicación, más allá de si son web o no, entonces la idea del Community Manager se vuelve más rica.

 

Pero insisto. Antes de pensar en el Community Manager se debe pensar en que la gente sólo será “follower” o hará un “like” si en verdad, a lo largo del tiempo ha encontrado valor en la marca, persona o empresa que queramos promover.

 

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Estimad@ lector@. Quiero agradecer infinitamente la gratitud de Hiroshi Takahashi @takaink, editor de esta sección. Gracias a él, ahora podemos estar en contacto.

@jorgetaboada