La vocera de la Presidencia, Alejandra Sota, afirmó que en las reuniones sostenidas entre ella, el secretario particular del mandatario Felipe Calderón, Gerardo Ruiz Mateos, y el empresario Joaquín Vargas, en las que se solicitaba una disculpa pública de la periodista Carmen Aristegui por aludir sin pruebas al supuesto alcoholismo del Presidente, se hizo ver al directivo de MVS que la autorización para la explotación de la banda de 2.5 GigaHertz no dependía de que la conductora se retractara de sus dichos.

 

En respuesta a la conferencia de Joaquín Vargas, la vocera, acompañada de Dionisio Pérez-Jácome, secretario de Comunicaciones, y José Antonio González, subsecretario de Ingresos de Hacienda, dijo que en esas reuniones se dijo al empresario que la Presidencia sería respetuosa de la decisión de la compañía luego de que Vargas prometió que habría una disculpa y que si él no estaba satisfecho con ésta, cesaría a Aristegui por violar el código ético de MVS.

 

Parafraseando a Ruiz, señaló que éste dijo al empresario que debía quedar perfectamente claro que la presión de quitar a la periodista no fue de Presidencia sino una decisión de MVS. “Para nosotros es clarísimo que son dos pistas paralelas, el tema de la política pública va a seguir, vamos a seguir trabajando juntos. La política de comunicación del gobierno, se finca en la libertad de expresión. Y la política de telecomunicaciones en la viabilidad técnica y financiera. Siempre han sido y son hoy dos esferas completamente diferenciadas”.

 

Por eso, Sota consideró inaceptable que se acuse al gobierno federal de que trató de acallar a la periodista y que se le responsabilice de expropiar un bien privado cuando la banda 2.5 es un bien público. “Y que Joaquín Vargas afirme que el rescate de la banda corresponde a una venganza por lo que aconteció con Carmen Aristegui, para evadir pagar lo que es justo por ese bien público”.

 

Sota dijo que el conflicto resurge un año y cinco meses después de ocurrido porque “las pretensiones del señor Joaquín Vargas de mantener el control de la banda 2.5 no cumplen, hasta hoy, con los criterios técnicos necesarios, y recurre al chantaje político para evadir el pago de lo que corresponde por un bien que es propiedad de todos los mexicanos”.

 

La vocera leyó una carta elaborada y firmada por Joaquín Vargas, dirigida y entregada en propia mano al presidente Calderón, en la que, dijo, queda certificado que la diferencia entre el gobierno federal y MVS es exclusivamente sobre el costo de la banda ancha: “Durante los últimos meses hemos avanzado considerablemente en el cálculo de la contraprestación para el uso de la banda”.

 

Detalló que Joaquín Vargas fue recibido 22 veces por parte del secretario de Comunicaciones, así como con el subsecretario Héctor Olavarría, en donde han dialogado sobre la concesionaria de la banda sin llegar a ningún acuerdo.

 

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Dionisio Pérez-Jácome, secretario de Comunicaciones y Transportes, afirmó ayer que durante las 22 reuniones que tuvo con los Vargas se manejaron tres propuestas, que fueron rechazadas por los empresarios. La primera es una búsqueda de referencias a licitaciones nacionales, es decir, referencias directas como se hace con otras bandas:

 

“Eso es lo primero que se busca”. La segunda fue licitar una parte de esta banda “y que sea el mercado el que decida cuánto vale, esta fórmula funciona en todo el mundo, simplemente para determinar el precio”.

 

Ese precio es el que aplicaría para el pago de los Mega Hertz con que se quedaría el concesionario; “también fue rechazada”. Pérez-Jácome aseveró que la empresa les decía:

 

“Es que creemos que vale menos”; entonces se presentó la tercera propuesta, que consistía en licitar una parte de la banda tomando referencias internacionales y el promedio de las contraprestaciones que se están pagando en diferentes partes del mundo en bandas de 2 a 2.5, el cual es de 10.5 centavos de dólar por MegaHertz/POP, “que fue al que llegamos después de varias pláticas”.

 

Aseguró que pidieron a la empresa les dijera “en forma clara e indubitable si estaba de acuerdo en pagar”, a lo que contestó “que estaba dispuesto a pagar .04 centavos de dólar por MHz”. Asentó que este tema “viene de varios años atrás, no es un tema de los últimos dos años”.