Londres. Una serie de atentados suicidas ocurrió hoy en distintos puntos de la provincia de Nimroz, en el suroeste de Afganistán, fronteriza con Irán, con un saldo preliminar de al menos 36 muertos y más de 100 heridos, informaron autoridades afganas.

 

Al menos tres atacantes suicidas se hicieron estallar en tres diferentes lugares de Zaranj, capital de la provincia de Nimroz, entre ellos en un mercado que registraba una gran afluencia debido a las compras para la celebración del fin del Ramadán el próximo domingo.

 

“Dos atacantes fueron abatidos por las fuerzas de seguridad, pero los otros tres se hicieron estallar en tres distintos lugares”, precisó el gobernador de Nimroz, Abdul Karim Brahawi, quien confirmó la muerte de 21 civiles y 15 miembros de las fuerzas del orden en estos atentados.

 

El jefe de la Policía de Nimroz, Mohd Musa Rasuli, indicó que otra de las explosiones se produjo en las puertas de un hospital de la ciudad.

 

Un segundo atentado, también en un mercado, fue perpetrado en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, causando al menos nueve muertos y unos 36 heridos, según la agencia Pajhwok Afghan News (PAN).

 

La cadena de atentados suicidas tuvo lugar poco después de que las autoridades detuvieron en Nimroz a otros dos insurgentes equipados con explosivos que planeaban cometer acciones similares.

 

Hasta ahora ningún grupo se ha responsabilizado de los ataques, pero ataques similares son generalmente atribuidos a los talibanes, que luchan por derrocar al gobierno del presidente Hamid Karzai, apoyado por Occidente.

 

Los insurgentes talibanes y sus aliados han recrudecido los ataques a medida que las tropas internacionales entregan la responsabilidad de la seguridad del país a las fuerzas afganas.

 

Este proceso, que comenzó en julio de 2011 y concluirá en 2014, transcurre en una de las fases más sangrientas de la guerra afgana, que ya dura más de una década desde la invasión de Estados Unidos y la caída del régimen talibán a finales de 2001.