Cada año mueren cuatro mil personas en la capital del país por causas relacionadas con la mala calidad del aire, según señaló José Antonio Guevara Bermúdez, Tercer Visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).

 

Refirió que con base en el último reporte sobre contaminación ambiental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el país un total de 14 mil 700 fallecimientos ocurren por la misma causa, por ello, dijo, es necesario actualizar la Norma para informar y sensibilizar a los ciudadanos de los riesgos y llamados de emergencia que “continúan siendo minimizados”.

 

En la presentación del proyecto normativo “Actualización de la Norma Ambiental del Distrito Federal” reconoció los esfuerzos de la sociedad civil para actualizar la Norma Ambiental NADF-009-AIRE-2006, la que observa el índice Metropolitano de la Calidad del Aire (Imeca).

 

Guevara Bermúdez recordó que desde 2005, este organismo señaló “que el derecho humano a un medio ambiente sano tiene un carácter integracional”.

 

Por su parte Gustavo Alanís Ortega, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) exhortó a las autoridades a actualizar la Norma Ambiental, ya que “no podemos esconder y negar, nadie lo puede hacer y menos la autoridad, que el aire allá afuera está sucio”.

 

“Las autoridades como la Procuraduría Ambiental y la Asamblea Legislativa deben tomar con mucha seriedad esta propuesta ciudadana, les daría mucho sustento y legitimidad en el tema”, expresó.

 

Detalló que es necesaria la actualización de las Normas Ambientales en materia de circulación de vehículos ligeros y pesados, con la finalidad de que existan niveles menos permisivos, además de la medición de partículas contaminantes, mismas que dañan directamente los pulmones y el corazón.

 

Margarita Castillejos, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), campus Xochimilco, lamentó que en México no se cumpla con la Norma Ambiental actual, aunado a la falta de mediciones de contaminantes que afectan los aparatos cardio-vascular y respiratorio.

 

La académica expuso la necesidad de adopción de las guías de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en materia de comunicación de riesgos para la población.