Históricamente han sido enemigos a muerte, pero ahora los cárteles de Sinaloa y de El Golfo se aliaron para combatir a su enemigo común: Los Zetas. La disputa es la plaza de Tamaulipas, paso “natural” para el trasiego de drogas hacia Estados Unidos cuya ruta arranca desde Hidalgo y concluye en la “frontera chica”.

 

Esta zona tamaulipeca incluye localidades como Reynosa, Ciudad Alemán, Río Bravo y Matamoros.

 

La narcoviolencia en Sinaloa y Tamaulipas se agudizó a partir de marzo pasado, cuando las ejecuciones se “dispararon” en ambos estados. Ejemplo de o anterior, el 23 de marzo fueron hallados siete decapitados en Nuevo Laredo, todos ellos gente de Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca; la respuesta llegó cinco días después cuando Los Zetas arrojaron en el barrio 10 de abril, de Culiacán, los restos de cinco “soldados” de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

 

Expertos consultados indican que esta guerra entre El Chapo y Osiel Cárdenas contra El Lazca dejará cientos de muertos en Sinaloa y Tamaulipas, pues estos cárteles son los más grandes, poderosos y sanguinarios del país.

 

En los últimos tres meses suman alrededor de 500 ejecuciones ligadas a la narcoviolencia en estas dos plazas.

 

Estas ejecuciones han sido acompañadas de mensajes de guerra entre las organizaciones criminales. En la multiejecución de Nuevo Laredo las autoridades hallaron narcomantas sobre los siete cuerpos decapitados. En ellas desafiaban al líder de Los Zetas, El Ejecutor, El Lazca y Z-3.

 

En tanto, en la matanza del 28 de marzo, una narcomanta encontrada cerca de los cinco cuerpos acusaba a El Chapo de colaborar con la agencia antidroga de Estados Unidos (la DEA, por sus siglas en inglés).

 

 

El mensaje señalaba que Guzmán Loera ni siquiera tenía el control en su propio estado y estaba firmado por el Z-40, sobrenombre de Miguel Treviño Morales, segundo al mando de Los Zetas.

 

Y es que estas organizaciones criminales disputan no solamente al narcotráfico, sino también las utilidades que dejan los secuestros y las extorsiones.

 

Cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que tan solo en junio pasado, en Sinaloa se reportaron 116 ejecuciones, mientras que Tamaulipas cerró con 31.

 

Parte de guerra

 

Apenas el domingo pasado, una persona fue hallada con el tiro de gracia en Navolato, Sinaloa. Los asesinos dejaron un mensaje en una cartulina que decía que lo habían matado por traicionar al Cártel de Sinaloa.

 

Tres días antes, el jueves 5 de julio, sicarios de Los Zetas y El Chapo se enfrentaron en la zona norponiente de Culiacán. Los tiroteos iniciaron en el sector Canaco y culminaron rumbo a la zona de La Conquista. En la refriega participaron más de siete vehículos con hombres fuertemente armados.

 

El 29 de junio, en el sitio electrónico del Blog del Narco subieron un video en el que ejecutan a cinco presuntos zetas. Sus ejecutores visten de negro y tienen pasamontañas.

 

En otros dos videos, dos individuos admiten trabajar para Los Zetas y que fueron enviados desde Coahuila para “calentar” la plaza controlada por el cártel del Golfo.

 

El 7 de junio, una camioneta de redilas fue abandonada en Ciudad Mante, Tamaulipas. En su interior 14 descuartizados, supuestos integrantes de Los Zetas.