En un momento en que la mayor parte de la industria automotriz europea enfrenta menores ventas, Renault se las ha ingeniado para apropiarse de un nicho sorprendentemente rentable: los autos baratos sin accesorios de lujo.

 

Cuando la automotriz francesa develó su oferta ultraeconómica, el Logan –denominado el auto de cinco mil euros– en 2004, Renault trató de venderlo exclusivamente en los mercados emergentes, pero pronto cambio de táctica después que sus clientes de Europa Occidental reclamaron el modelo.

 

Hoy, el sedán que más bien parece una caja y que se vende en siete mil 700 euros, o cerca de 10 mil dólares, en Francia, está entre los automóviles más vendidos.

 

La empresa no desglosa sus ganancias por tipo de auto, sin embargo dijo que sus autos de nivel de entrada representaron 30% de todos los vehículos que vendió el año pasado, y que le generaron márgenes de ganancias operativas superiores al 60%, mucho mayores que el margen de ganancias de la empresa de 2.6%. Su secreto: diseños sencillos, una política de ventas al menudeo sin descuentos y usar componentes originalmente desarrollados para autos Renault más antiguos.

 

“Lo que Renault ha hecho es algo más parecido a un cambio cultural en la industria automotriz que a cualquier otra cosa”, dijo Carlos Da Silva, analista de IHS Automotive. “Renault… decidió hacer autos que preferirían las personas con ingresos limitados en lugar de adquirir un auto usado”.

 

Arnaud Deboeuf, director del programa de nivel de entrada de Renault, dijo que su estrategia es más compleja que sólo encontrar mano de obra barata para fabricar autos sin accesorios de lujo.

 

“Si el único requerimiento fuera fabricar autos en un país con bajos costos, entonces tendríamos mayor competencia”, dijo Deboeuf en una entrevista reciente en el centro de investigación y desarrollo de Renault cercano a París. “Empezamos por preguntarnos qué tanto estarían dispuestos a pagar los clientes, por ejemplo por el aire acondicionado, y después le pedimos al proveedor que propusiera una solución con un precio fijo, incluyendo nuestro margen de ganancias”.

 

Más allá del Logan, un sedán con una gran cajuela y elevadores manuales de ventanillas, los otros autos de bajo costo de Renault incluyen al Duster, un vehículo deportivo-utilitario; el Sendero, un auto con puerta trasera; y el Lodgy, una minivan lanzada al mercado recientemente. Todos los modelos portan el emblema Renault o el de Dacia, su subsidiaria rumana, dependiendo de dónde se vendan.