KABUL. Comandos de insurgentes talibanes lanzaron ataques múltiples en Kabul y tres ciudades del este de Afganistán contra importantes edificios militares, políticos y diplomáticos en el marco del comienzo de su ofensiva de primavera.

 

La Embajada de Estados Unidos quedó cerrada con todo el personal dentro tras los ataques de comandos insurgentes registrados en sus cercanías. Ryan Crocker, el embajador estadunidense en Kabul informó que no hubo lesionados estadunidenses sin embargo, la misión diplomática permanecerá “cerrada” por un tiempo aún indefinido, como precaución tras los ataques contra edificios militares, políticos y diplomáticos en Kabul.

 

El portavoz talibán Zabiulá Muyahid expresó que los insurgentes han cometido atentados suicidas contra edificios diplomáticos, de la OTAN y el Parlamento nacional afgano.

 

“Hay más víctimas en el bando enemigo”, subrayó Muyahid.

 

Los talibanes habían anunciado esta semana que estaban ultimando una nueva estrategia para su habitual ofensiva de primavera, una estación en la que tradicionalmente se recrudecen los combates ante la llegada del buen tiempo.

 

En los ataques, que comenzaron en torno al mediodía hora local, al menos doce personas resultaron heridas -nueve civiles y tres policías- y seis insurgentes perdieron la vida, de acuerdo con la versión de las autoridades afganas.

 

Las principales acciones armadas tuvieron lugar en la capital afgana, donde los insurgentes provocaron explosiones y se atrincheraron en varios edificios.

 

El jefe de la brigada criminal de la policía de Kabul, Mohamed Zahir, explicó que un grupo talibán se introdujo en el hotel Kabul Star, situado en el céntrico barrio de Wazir Akbar Khan, desde el que disparó contra embajadas y edificios oficiales cercanos.

 

El portavoz talibán Zabiulá Muyahid dijo que los insurgentes atacaron en esta zona el Palacio presidencial -donde, según su versión, mataron a varios guardias al atacarlos con cohetes-, la embajada alemana y el cuartel general de misión afgana de la OTAN (ISAF).

 

Otra de las embajadas atacadas fue la británica, ubicada en el barrio cercano de Karte Parwan.

 

Un tercer grupo de insurgentes se refugió en un edificio en construcción en la avenida de Darulaman, en el oeste de la ciudad, desde donde dispararon sus municiones contra el Parlamento nacional afgano y la embajada de Rusia.

 

Un diputado afgano, Haji Lalai, explicó que él y sus guardaespaldas intercambiaron disparos con los insurgentes desde el tejado del Parlamento.

 

Contingentes de las fuerzas de seguridad afganas se desplegaron en las inmediaciones de todos los puntos atacados y cortaron el tráfico de la ciudad.

 

Fuera de Kabul, donde al menos cinco civiles han resultado heridos, se han registrado también ataques múltiples en las localidades orientales de Jalalabad, Puli Alam y Gardez.

 

En Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, varios insurgentes atacaron una sede del equipo de reconstrucción regional de las fuerzas de la OTAN.

 

Los talibanes se han responsabilizado de todos estos ataques y aseguraron que se enmarcan en el comienzo de su nueva estrategia para la ofensiva de primavera, una estación en la que tradicionalmente se recrudecen los combates.